Abrigo Grande de Minateda. Centenario de su descubrimiento
Mayo de 1914 supone una fecha histórica para el estudio del Arte Rupestre en España. Se descubren las pinturas rupestres de Minateda en Hellín, Albacete y a partir de aquí comienza una historia que llega hasta 2014.
Es una historia llena de acontecimientos, de sorpresas y altibajos, es, también, la historia de un olvido, de un abandono, de una desidia, hasta convertirse casi en invisibles. Rastrear su historia por las noticias de prensa es asistir a una historia de decadencia y degradación. Y esta situación debía revertirse.
Por todo ello desde que se inicio la andadura del Museo Comarcal, perteneciente al Ayuntamiento de Hellín, se planteó un programa de recuperación de las pinturas, contando con el concurso de la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha. Se pretendía reponer en el mapa a Minateda.
Así, desde 1994 se comenzaron a llevar a cabo las primeras acciones de documentación y análisis del estado de conservación, pero no fue hasta finales del año 2000 cuando comienza un programa intensivo de restauración y limpieza, a la vez que se realizan los primeros calcos digitales conjuntamente con la UNED, se comienza a trabajar en otros abrigos y se realizan las primeras excavaciones arqueológicas en relación con éstos. A partir se 2012 se impulsan los trabajos de limpieza y proyectos de documentación virtual y se empieza a plantear la celebración del centenario de su descubrimiento a lo que las Concejalías de Patrimonio Histórico y Turismo dedican parte de su esfuerzo.
Por otra parte el Abrigo Grande y los abrigos menores están declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, lo que hace de ellos un elemento primordial para el desarrollo de la comarca y en especial para el desarrollo de Minateda, La Horca y Agramón. En efecto, no podemos olvidar que estos núcleos de población tienen muy presente el conjunto de pinturas rupestres como parte de su memoria colectiva. Debemos señalar que esos grupos sociales demandan su valorización como un elemento de desarrollo.
Ahora es cuando debemos llevar a cabo el esfuerzo y poner a las pinturas rupestres de Minateda en su lugar, que sirva como reclamo a la vez que las conservamos y protegemos para legarlas a las generaciones futuras.
El Abrigo Grande de Minateda
Uno de los conjuntos más ampliamente citado en la historiografía del arte levantino es el Abrigo Grande de Minateda. Desde su descubrimiento en 1914 por Juan Jiménez Llamas y su posterior publicación en 1920 por el abate Breuil ha sido un referente por el volumen de figuras conservado, por la calidad plástica de muchas de ellas y por la posibilidad de identificar distintas fases con frecuentes superposiciones entre ellas. De hecho, la publicación citada (Breuil, 1920) constituyó uno de los primeros intentos de dotar al arte levantino de una secuencia cronológica a partir de las trece fases que identificó en el abrigo. Breuil planteaba una serie de paralelismos de las pictografías de Minateda con lugares con arte paleolítico lo que le llevó a plantear una larga secuencia evolutiva desde el ciclo solutreo-gravetiense hasta el Neolítico, pasando de formas esquemáticas a naturalistas levantinas que van "degenerando" (Breuil, 1920), finalmente, en el arte esquemático.
Desde entonces muchos de los mayores especialistas en arte rupestre levantino han tratado de seguir los pasos de Breuil. Es el caso de Hernández-Pacheco (1959) sobre trabajos que realiza a partir de 1916, Ripoll (1968), Jordá (1985), o más recientemente M. Hernández o Mas Cornellá (2012).
Los recuentos clásicos hablaban de más de cuatrocientos motivos que con las revisiones recientes pueden aproximarse a los seiscientos. Es, por tanto, uno de los conjuntos con mayor número de pictografías y superposiciones de todo el ARAMPI.
Aunque predominan las pictografías de estilo levantino, realizadas con diversas técnicas y colores, son frecuentes los esquematismos de distintos tipos. En su friso se conservan escenas de caza, de enfrentamiento o batalla, de tipo doméstico (como una mujer que lleva a un niño de la mano), así como grandes zoomorfos como caballos, ciervos y bóvidos, y las omnipresentes cabras monteses. Todo ello debió conformar un universo simbólico extremadamente complejo.
Asimismo, el abrigo destaca por las dimensiones de su friso, de unos 15 m de largo. La reciente conclusión de las labores de limpieza efectuadas por Eudald Guillamet y Laura Ballester han mejorado de modo ostensible la visibilidad de sus pictografías.
Portada del estudio realizado por H. Breuil publicado en 1920
Calco de una de las figuras. Breuil, 1920
Calcos de las figuras. Breuil, 1920
Una noticia sobre Minateda. El Imparcial. 1930
Parte central del panel. 2013. 4D-arte rupestre.
Parte central del panel. 2013. 4D-arte rupestre.
Parte central del panel. 2013. 4D-arte rupestre.
Documentos adjuntos
