La mayoría de imágenes medievales nos la muestran con un clavijero macizo y en ocasiones con un diapasón prolongado y elevado sobre la tapa. La caja de resonancia podía ser plana o algo convexa y tener forma de óvalo, de gota de agua, de rectángulo con las esquinas redondeadas o de ocho, similar a la guitarra moderna. Este modelo consta de cinco cuerdas, su cordaje lo componen dos órdenes dobles más un bordón. Se suele tocar apoyada en el pecho o en el muslo. Fue un instrumento de uso muy común entre los siglos XIII y XV, siendo utilizada por trovadores y juglares. Existen numerosas representaciones medievales que atestiguan diferentes tipos de estas violas o vielle, forma en la que también fueron conocidas. Actualmente, como ocurre con todos los instrumentos medievales, los lutieres se valen de esa iconografía para reconstruir las copias modernas. Ésta en concreto es una realizada por Enric Bernabé i Tent en 2007.