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HISTÓRICAMENTE, la actividad ferial ha revestido una gran importancia para el progreso social y económico de Albacete.
En el pasado, la actividad comercial no dejó de crecer en relación con las ferias y los mercados periódicos. Tradicionalmente fueron instrumentos del comercio interior pero de forma paulatina su ámbito de influencia fue pasando del espacio regional al nacional e internacional. Precisamente, a medida que el peso del comercio en la economía hispana fue cada vez más importante con la mayor unificación de su mercado interior, el crecimiento de Albacete se fue convirtiendo en algo imparable vinculado a su situación estratégica como nudo de comunicaciones y a su feria. Una feria franca confirmada en 1710 por la monarquía borbónica que recibiría un impulso decisivo a partir de entonces. Albacete fue actuando con mayor intensidad que en el pasado como un auténtico mercado y centro de servicios de su entorno agrario próximo y lejano. Por su emplazamiento y ventajas geográficas, comenzó a ser uno de los núcleos mejor comunicados de España al erigirse en un punto neurálgico en las comunicaciones entre Andalucía, Levante y la Meseta. El cambio dinástico a principios del siglo XVIII con la supresión definitiva de las trabas aduaneras con los reinos de la Corona de Aragón tras la Guerra de Sucesión, sería un revulsivo extraordinario. La villa, situada en uno de los ejes de comunicaciones más favorecido por la monarquía borbónica, se vio beneficiada por el aumento de la actividad en los puertos de Valencia, Alicante y Cartagena, así como de la propia competencia y rivalidad entre ellos. Albacete se integró así en las rutas y las redes de intercambio del comercio exterior hacia Europa, y en consecuencia, del resto del mundo.
En nuestros días esa ventaja geográfica ya no es tan relevante: La tecnología y el avance de las comunicaciones son las principales responsables. Antes, la demanda perseguía la oferta siendo el principal foco de atención el proveedor y lo que "era capaz" de ofrecer y "traer ese año" a la feria.
Actualmente se hace necesario cambiar el enfoque tradicional por el que se desencadenaban los encuentros feriales. Ahora el actor principal es el cliente /comprador, que tiene a su disposición una alta capacidad de elección y selección de cualquier producto/servicio que desee adquirir, por lo cual, son los productores y comercializadores los que tienen que proporcionar una oferta integrada y competitiva para captar la atención del cliente.
Con este encuentro se pretende, a partir de una perspectiva histórica, llevar a cabo una reflexión sobre la necesidad de la internacionalización de la empresa y, por ende, de un nuevo modelo ferial orientado a maximizar el impacto sobre la economía del territorio al concentrarse en las actividades para las que el tejido empresarial local goza de ventajas competitivas y requiere un impulso comercial para hacerlas valer a nivel nacional e internacional.
El objetivo clave de todas las actividades que se desarrollen debe ser la incardinación de Albacete y Castilla-La Mancha en los citados procesos de globalización e internacionalización; el papel de las ferias actuales en los mismos; y, en los aspectos que resulte oportuno, las estrategias a seguir para que la Feria de Albacete juegue un papel significativo como dinamizador de la economía municipal, provincial y regional y, a la vez, sea un factor relevante de la integración de Albacete a escala internacional.
Tanto las conferencias como las mesas redondas versan sobre aspectos relacionados con las ferias en general y la Feria de Albacete en particular y los fenómenos de la globalización e internacionalización económica. La idea no es hablar del pasado como eje de las jornadas sino más bien una comprensión renovada del pasado ferial, especialmente de Albacete, que nos permita afrontar los retos del presente donde las celebraciones en tomo al aniversario de la Confirmación de la Feria de Albacete, podrían dejar un resultado perdurable, con la creación de un vehículo mediante el que la sociedad civil articule un amplio consenso, de forma que se planteen una serie de proyectos ilusionantes y alternativas de desarrollo.
