SERIE VI. Varios
Las exposiciones bibliográficas quizá no sean demasiado atractivas para el gran público. No obstante, pueden convertirse en auténticos acontecimientos culturales, como sucede en esta ocasión, ya que el libro de los primeros tiempos (interesante por su rareza y por su valor literario, artístico o tipográfico) se pone al alcance de las personas no especializadas como objeto individual y se da a conocer en una época como la nuestra dada al consumo rápido, protagonizada por las nuevas tecnologías, donde la letra impresa a veces tiene un carácter efímero.
Los especialistas están de acuerdo en que el término incunable debe reservarse a los impresos del siglo XV, es decir, desde la invención de la imprenta por Gútenberg (hacia 1452/1453) hasta el año 1500 inclusive. Sin embargo, la palabra se aplica también a los primeros libros impresos en América, ya en el siglo XVI, en los virreinatos de Nueva España y Perú. En general, el número de impresos de ese período histórico es muy limitado, y suelen constituir la parte más preciada de las bibliotecas, tanto públicas como privadas. Incluso una hoja o un fragmento de papel impreso de esa época son apreciados por los bibliófilos como auténticas reliquias por lo que pueden aportar para el conocimiento de los talleres de imprenta y de la difusión de las ediciones en distintos puntos geográficos.
Para la exposición que ahora se presenta se han reunido libros provenientes de la Biblioteca Pública del Estado, cuyos fondos antiguos ingresaron en el siglo XIX, fundamentalmente a raíz de la Desamortización. Otro conjunto importante es de carácter privado (dos bibliotecas de bibliófilo, con ejemplares de procedencia diversa), y por último se muestra un ejemplar único de un Cuaderno de alcabalas impreso en Huete en 1485 (que ofrece además la particularidad de presentar el primer retrato conocido de los Reyes Católicos) depositado por el Ayuntamiento de El Bonillo en el Archivo Histórico Provincial, y que el Instituto de Estudios Albacetenses editó en facsímil en 2001.
Estas obras de arte tipográfico y del grabado -se presentan aquí varias hojas del primer libro ilustrado impreso en España, en 1480- abandonan temporalmente los cerrados anaqueles de las bibliotecas para mostrarse a los ojos del visitante en una exposición excepcional, que cuenta con la colaboración del Instituto de Estudios Albacetenses, el cual cumple de este modo uno de los objetivos de sus estatutos: divulgar los aspectos históricos, artísticos y culturales de nuestra provincia.
Antonio Selva Iniesta
Director del Instituto de Estudios Albacetenses "Don Juan Manuel" de la Excma. Diputación Provincial