María Pilar Córcoles Jiménez
PERSONAJES Y CORTESANOS EN EL ALBACETE DEL SIGLO XVI. AGENTES Y MEDIOS DE RELACIÓN ENTRE EL ÁMBITO DE LA CORTE Y UN PEQUEÑO MUNICIPIO
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PERSONAJES Y CORTESANOS EN EL ALBACETE DEL SIGLO XVI.
AGENTES Y MEDIOS DE RELACIÓN ENTRE EL ÁMBITO DE LA
CORTE Y UN PEQUEÑO MUNICIPIO.
CHARACTERS AND COURTIERS IN THE TOWN OF ALBACETE
IN THE XVI CENTURY. AGENTS AND MEANS OF RELATIONSHIP
BETWEEN THE SPHERE OF THE COURT AND A SMALL
COUNCIL.
María Pilar Córcoles Jiménez
Enfermera. Doctora en Historia.
Instituto de Estudios Albacetenses
Albacete, España
pilarcorcolesjimenez@gmail.com
Cómo citar este artículo: Córcoles Jiménez, M. P. (2021). Personajes y cortesa-
nos en el Albacete del siglo XVI. Agentes y medios de relación entre el ámbito de
la corte y un pequeño municipio. Al-Basit (66), 47-95. http://doi.org/10.37927/
al-basit.66_2
Recibido/Received: 18-12-2020
Aceptado/Accepted: 17-03-2021
ABSTRACT: Once the regimental
-
cil of Albacete in 1543, becoming
life-long and royally appointed,
the 16th century the presenta-
tion as aldermen in this council
of Albacete of external charac-
ters, related to the Royal Court
level of the Central administra-
focused on six cases that involve
Prince Phillip and his sister Juana
-
da, viceroy of Valencia, through
notable people from populations
RESUMEN:Una vez enajenados
en el concejo de Albacete los
transformándose en vitalicios y
de designación real, encontramos
durante la segunda mitad del si-
glo XVI la presentación como re-
gidores en Albacete de persona-
jes externos, relacionados con la
Corte real y con ámbitos de poder
a nivel de la Administración cen-
tral. Entre 1546 y 1585 se dieron
seis casos que involucran desde
-
ces príncipe Felipe y su hermana
Juana hasta el poderoso duque de
Maqueda, virrey de Valencia, pa-
sando por notables de poblacio-
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1. INTRODUCCIÓN
-
dades monetarias de la Hacienda Real, jugó un papel muy relevante
en la oligarquización del poder en los ayuntamientos castellanos en
-
siones (sobre todo a partir del siglo XVII) a título de perpetuos y
patrimonio privado de su propietario; pero incluso cuando se ena-
a otras personas dio lugar a una patrimonialización de los mismos,
of higher importance than Alba-
cete, such as Alcaraz and Villaes-
cusa de Haro. All of them held
actually exercising it, perhaps as
-
they may seem anecdotal, these
affairs indicate the existence of
-
to the King and his relatives; the-
se relationships could have been
obstacles, becoming an opportu-
nity for personal promotion and
patronage.
KEY WORDS: Aldermen, Albace-
te, Municipal Administration, Lo-
cal Oligarchy, Municipal Council,
Royal Court, Modern Age.
nes de mayor entidad que Alba-
cete, como Alcaraz y Villaescusa
de Haro. Todos ellos poseyeron el
-
cerlo en la práctica, en algunas
ocasiones como forma de salvar
obstáculos legales para transmi-
tirlos y que las familias propieta-
rias pudieran seguir ejerciéndo-
los más adelante. Aunque pueden
parecer casos anecdóticos, nos
indican la existencia de redes de
relaciones entre los notables de
Albacete y personajes que tenían
acceso a la persona del Rey y sus
familiares, hasta el extremo de
servirse de estas relaciones para
salvar obstáculos legales “con-
virtiéndose en una oportunidad
para la promoción personal y el
patrocinio”.
PALABRAS CLAVE: Regidores,
Albacete, Administración muni-
cipal, Oligarquía local, Ayunta-
miento, Corte, Edad Moderna.
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vecinos.
-
tó especialmente apetecible para la Corona, toda vez que reporta-
ban ingresos sin carga posterior para la Hacienda real (puesto que
el pago de los salarios recaía sobre los respectivos concejos) y que
costes políticos. Además, la Corona disponía de otros mecanismos
de control sobre los concejos (fundamentalmente, la designación de
corregidores) (Hernández Benítez, 1986, pp. 637 – 640).
de regimiento en la por entonces villa de Albacete.En1543 el prín-
cipe Felipe (futuro Felipe II), que actuaba como regente en ausen-
cia de su padre el emperador Carlos durante la guerra con Francia
de 1542 a 1544, envió desde Valladolid una carta fechada el 10 de
-
gidor que por entonces tenía el concejo de Albacete. La motivación
aunaba la necesidad de subvenir a los gastos de la guerra con la de
-
tas, evitando también los enfrentamientos a que podía dar lugar la
elección anual de los mismos.
Esto suponía tres innovaciones importantes llamadas a per-
durar: se arrebataba al concejo la función de elegir a quienes habían
-
nos del Rey a cambio de una contribución monetaria; se convertía el
1-
no con las de gobernación de las poblaciones (en 1543 ya fueron
Jiménez, 1995, pp. 61 – 63).
abonado fue de 400 ducados. Los primeros regidores vitalicios fue-
1 Aunque las fuentes los llaman «perpetuos», en realidad la duración de estos pri-
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ron Antonio de Vera, Antonio Jiménez, Alonso de Munera, Pedro de
Alcañavate y Martín de Cantos (que hicieron su presentación en el
ayuntamiento del 1 de noviembre de 1543), Juan de Villanueva (el 2
de noviembre), Juan López de Anguix (el día 3), y el bachiller Fran-
cisco de Cantos, que tomó posesión el 24 febrero de 1544 (Córcoles
Jiménez, 2002, pp.29 – 31).
Como decíamos, esta decisión cambió de forma relevante no
sólo la estructura sino también el funcionamiento del concejo de Al-
bacete. Pronto comenzó la práctica de la «resignatio in favorem»,
por la que el titular del regimiento renunciaba al mismo en una es-
-
gal el renunciante debía sobrevivir al menos veinte días a su renun-
cia (Hernández Benítez, 1986, p. 654), el Rey debía refrendarlo otor-
gando título de regidor al solicitante y este debía presentarlo en una
reunión del ayuntamiento del municipio correspondiente antes de
que se cumplieran sesenta días de la expedición del título(Córcoles
se patrimonializasen y fuesen tratados como cualquiera de los bie-
nes de los propietarios, a efectos de compraventas o intercambios.
En Albacete las transmisiones comenzaron casi de inmedia-
to, produciéndose la primera en septiembre de 1544. A lo largo de
hasta 28 y fueron ejercidos por 114 personas distintas, de las cuales
26 lo hicieron más de una vez (Córcoles Jiménez, 2002, p.35). En la
gran mayoría de los casos eran vecinos de la propia villa de Albace-
te, aunque no siempre naturales de la misma.
una élite local que a partir de una fuerte inversión de capital (en
ocasiones reunido a lo largo de muchos años de trabajo) obtenía
importantes contrapartidas sobre el ejercicio del poder municipal
-
lizaría el pago de impuestos tanto monetarios como en especie o en
contribuciones de soldados a las tropas reales, juzgar en determina-
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dos pleitos, decidir el uso de los fondos del Pósito, administrar los
bienes de Propios, regular los salarios de los jornaleros que trabaja-
ban en las explotaciones agrícolas, poner precios a los artículos de
primera necesidad, etc.), sin olvidar la exención de repartimientos
de impuestos y cargas no deseadas, el prestigio social y la distinción
sobre el resto de vecinos, así como la obtención de plusvalías por el
las prerrogativas anejas al mismo. Como dice Mauro Hernández Be-
-
gidor pueden reducirse a un tríptico simple «poder, dinero, honor».
En cuanto a su procedencia social, la mayoría de los regido-
res de Albacete en esta época pertenecieron al grupo que basaba su
riqueza en las fuentes «honradas»: posesión de tierras y explotación
de las mismas en agricultura y ganadería. No faltaron sin embargo
un buen grupo de profesionales (fundamentalmente de abogados y
escribanos, en menor medida médicos) e incluso artesanos y comer-
ciantes. Por tanto, se trataba de un grupo nutrido fundamentalmen-
te por miembros del estado llano que habían logrado enriquecerse
-
cio de regidor que les permitiese participar en la gestión de la vida
municipal y fuese también un paso adelante en una carrera hacia
la Administración central para ellos mismos o sus descendientes.
El determinismo del dinero se impuso así en buena medida al de-
terminismo de la sangre, y la capacidad monetaria para adquirir un
2,
se convirtió en un mecanismo de acceso y pertenencia a la clase do-
minante.
A pesar de lo expuesto, al menos 32 personas (un 28% del
-
2
heredado, mayor salario y prerrogativas de sentarse y votar primero, así como
entrar con armas en los ayuntamientos, que costó a su primer propietario, Pedro
Carrasco, 1.300 ducados (Córcoles Jiménez, 2002, p. 31).
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bacete fueron hidalgos, muchos venidos a avecindarse por matri-
monio o por la atracción que les daba la posibilidad de desempeñar
-
seguían siendo elegibles por el concejo, tanto de los capitulares –
que tenían derecho de asistir a los ayuntamientos donde se decidían
los asuntos competencia del municipio-, como de los no capitulares
(Córcoles Jiménez, 2002b, pp. 51–52).
Además, al menos 15 personas (un 10,4% del total) no eran
la gran mayoría provenían de poblaciones cercanas como Chinchilla,
Barrax y La Gineta (Córcoles Jiménez, 2002, p.36).Pero más llama-
tivo es encontrar entre estos vecinos de otras poblaciones algunos
personajes relacionados con la Corte, que no parecen haber tenido
llegaron a hacer acto de presencia en los ayuntamientos.
Por ello, nuestros objetivos en el presente trabajo son: iden-
-
ron a un regimiento de Albacete desde sus puestos en la Corte o en
otros ámbitos de poder, describir cuáles eran sus circunstancias y
analizando los rasgos comunes que pudieran tener y las motivacio-
nes que les condujesen a adquirirlo.
2. MATERIAL Y MÉTODOS
La metodología empleada para realizar el presente estudio
ha sido el análisis de distintas fuentes primarias y secundarias, que
se detallan a continuación, incluyendo la utilización que se ha hecho
de las mismas:
- Libros de Actas capitulares del concejo de Albacete
de la segunda mitad del siglo XVI, conservados en el Archi-
vo Histórico Provincial de Albacete (A.H.P.AB.), en los que se
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los correspondientes ayuntamientos, con los nombres y ve-
cindades de los nuevos regidores.
- Reales Provisiones conservadas en el A.H.P.AB. en el
Fondo correspondiente al Ayuntamiento de Albacete, que ha-
cen referencia a varios de los regidores de la Corte, de las que
se ha tomado información sobre los títulos de regidor de los
mismos y alguno de los pleitos que se siguieron en relación
con los nombramientos.
-
Real Academia de la Historia, cuya consulta ha permitido re-
construir las familias y relaciones de estos regidores.
- Documentación de distintos Archivos españoles, ob-
tenida a través de la consulta del Portal de Archivos Españo-
les (PARES), que nos ha permitido reconstruir algunas actua-
ciones de estos regidores en otros ámbitos diferentes al del
concejo de Albacete.
- Patrimonio Nacional. Real Biblioteca. Investigadores.
De esta documentación provienen datos referentes a uno de
estos regidores.
Todos estos documentos originales pueden verse detallados
en el apartado Fuentes.
3. DESARROLLO
3.1. Diego López de Medrano, caballerizo del príncipe. El
capitán Diego de Vera (septiembre – diciembre 1546)
En el ayuntamiento del 1 de septiembre de 15463 compare-
ció Juan de Saavedra, vecino de Albacete, en nombre de Diego López
de Medrano, al que se menciona en el acta capitular como «caballe-
-
cribano Juan de Cifuentes, y presentó una cédula del príncipe Felipe
3 Ayuntamiento de Albacete, Sección 01 (Gobierno), 4506. Libro de actas de sesio-
nes municipales (1545 – 1552) (olim MUN 63). f. 58 a – r.
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(futuro Felipe II) por la que le hacía merced del regimiento de Pedro
Cebrián, difunto.
El regimiento de Pedro Cebrián era uno de los dos (junto
con el de Juan de Molina) que se habían acrecentado en septiem-
diez a petición del mismo concejo, que había solicitado al Rey este
estuviese equilibrado y no hubiese parcialidades a la hora de resol-
ver sobre los asuntos concernientes al gobierno municipal, como se
recogió en el ayuntamiento del 16 de enero de 1546 (Córcoles Jimé-
tenía ya una notable experiencia en la gestión municipal, pues había
formado parte del grupo de los 33 elegibles que en los años anterio-
Jiménez, 2002b; p. 48). Había sido alcalde al menos en dos ocasio-
el llamamiento a Diego de Siloé para la tasación de las obras de la
iglesia de San Juan, actual Catedral (Pretel Marín, 2015; pp. 31-33).
Ambos regimientos tenían la condición de ser consumidos a
la muerte de sus propietarios, pero en este caso se conculcaba pre-
cisamente tal condición, haciendo constar en el traspaso que Pedro
Cebrián había muerto. La muerte debió de alcanzarle de forma im-
se sirvió de tal circunstancia para hacer merced del mismo a Diego
López de Medrano. A pesar de ello, los alcaldes y regidores presen-
tes en el ayuntamiento no pusieron objeciones y recibieron del pro-
nombre de su representado, entregándole en señal de posesión las
llaves de la sala del ayuntamiento, como era habitual.
Los Medrano provenían de la ciudad de Soria. El bisabuelo
de este Diego López de Medrano que vino a ser regidor de Albace-
te, llamado también Diego López Medrano, era Señor de la casa y
fortaleza de San Gregorio, y de su matrimonio con Doña Magdalena
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Bravo de Laguna (hija del alcaide de Atienza y Sigüenza, Garci Bra-
vo de Laguna), nacieron tres hijos, de los cuales, el mayor, llamado
García Bravo de Medrano, recibió el señorío familiar4. El tercer hijo,
llamado igual que el padre, fue destinado a la carrera militar y falle-
ció en la Guerra de Granada, cerca de Gibralfaro, en 1487. Esta rama
de segundones, a pesar de no heredar el señorío, se situó bien en la
Corte, quizá por sus merecimientos militares, pues el hijo del caí-
do en Granada, que perpetuaba el mismo nombre, fue teniente del
mayordomo mayor de la Casa de la Emperatriz hasta la muerte de
infantas hasta 1548, donde ocupó de manera interina el asiento de
mayordomo mayor desde la muerte del conde de Miranda (Fernán-
dez Conti, 2000; p. 227). Su hijo, nuestro Diego López de Medrano,
fue teniente del caballerizo mayor de la Casa de Castilla del príncipe
Felipe desde el 1 de julio de 1539 hasta 1548. Con la implantación
del ceremonial borgoñón asentó como Primer Caballerizo, cargo
que siguió ejerciendo hasta el primer tercio de 1552 (Fernández
Conti, 2000; p. 227).
La Caballeriza real, de raíces medievales, experimentó nota-
bles cambios bajo Carlos V y Felipe II como consecuencia de asumir
la etiqueta borgoñona. A diferencia de otras etiquetas y ceremo-
niales de la vida palatina, que quedaban ocultas para el pueblo al
desarrollarse dentro de las residencias reales, las funciones de la
Caballeriza tenían un gran componente de representación, ya que se
-
mente, permitiendo que fuesen contemplados en toda su majestad,
prestancia de sus criados. Por ello la Caballeriza tuvo un importante
papel en la representación de la Majestad, del poder del príncipe y
del esplendor de la Corte. De ahí que el empleo de Caballerizo ma-
yor viniese a ser considerado muy honroso por la notable cercanía
4 Biblioteca de la Real Academia de la Historia. Tabla genealógica de la familia
Medrano, señores de San Gregorio. Disponible en: http://bibliotecadigital.rah.es/
icion=2 [acceso 31 de marzo de 2020].
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que permitía a las personas reales. Como ejemplo podemos señalar
que un noble tan notorio e íntimo a la familia real como Francisco
de Borja, barón de Llombay y duque de Gandía (que sería San Fran-
mayor de la Emperatriz Isabel hasta la muerte de la misma en 1539.
El Caballerizo mayor tenía llave de cámara y aposento en pa-
lacio, así como el privilegio de andar en el coche del Rey con seis
mulas o caballos, precediendo al Mayordomo mayor y sumiller de
corps. En las entradas a las ciudades debía dar el caballo al Rey, aun-
que nunca llevaba el estoque del Rey ni tampoco podía decidir sobre
los aparejos a utilizar, que eran responsabilidad del Camarero. En la
armas, ballesteros de maza, tenedor de las andas, albarderos, guar-
nicioneros, maestros de hacer jaeces, herradores, frenero, sillero y
pajes (López Álvarez, 2014, p. 375).En el siglo XVII la Caballeriza
adquirió un potencial organizativo, ceremonial y representativo
Felipe III, el duque de Lerma, y más adelante por varios Grandes de
alcanzado ese nivel de representación, no cabe duda de que era un
príncipe heredero, el futuro Felipe II.
Diego López de Medrano fue también alcaide de Aranjuez. Su
hermano Francisco de Medrano fue más adelante Contador y Teso-
rero del infortunado príncipe Don Carlos, hijo de Felipe II (Piferrer,
1858, p. 196). Su escudo de armas puede verse en la Figura 1. Se
trataba por tanto de una familia de personajes bien situados en la
Corte y cercanos a las personas reales.
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Figura 1.
Por todo lo relatado, resulta bastante llamativo que en la
como Albacete había quedado vacante, y que una persona del servi-
se le otorgase. Parece que en 1543, es decir, tres años antes, Diego
López de Medrano había adquirido un regimiento de carácter per-
petuo en Soria (Guerrero Elecalde, 2011, p. 152).Pero más sorpren-
posesión (día 17 de septiembre de 1546) se presentase otro procu-
rador vecino de Albacete, llamado Benito de Illescas, en nombre del
capitán Diego de Vera con una Real Cédula por la que se traspasaba
de Medrano había sido un regidor «virtual» para Albacete, ya que no
dispuestos a aceptar el traspaso, pues si bien los regidores Juan Ló-
pez de Anguix y Andrés de Cantos mandaron cumplir la Real Cédula
(los alcaldes ordinarios Miguel Soriano y Miguel Benítez, Juan Ce-
brián, alguacil mayor, y los regidores Juan de Alcañavate de la Cue-
va, Jorge Cañavate y Antonio Jiménez) alegaron que la aceptación
Figura1.EscudodearmasdelosMedrano,segúnPiferrer(1858).
Portodolorelatado,resultabastantellamativoqueenlaCortesupieranqueeste
oficio de regidor de una pequeña población como Albacete había quedado vacante, y
queunapersonadelserviciodelpríncipeloencontrasesuficientementeapeteciblepara
que se le otorgase. Parece que en 1543, es decir, tres años antes, Diego López de
Medrano había adquirido un regimiento de carácter perpetuo en Soria (Guerrero
Elecalde, 2011, p. 152).Pero más sorprendente aún resulta que en el siguiente
ayuntamientotras latoma de posesión(día 17deseptiembre de1546) sepresentase
otroprocuradorvecinodeAlbacete,llamadoBenitodeIllescas,ennombredelcapitán
DiegodeVeraconunaRealCédulaporlaquesetraspasabaasurepresentadoelmismo
oficio de regidor. Por tanto, Diego López de Medrano había sido un regidor «virtual»
para Albacete, ya que no compareció personalmente ni participó en ningún
ayuntamiento.
Enestaocasiónlosoficialesdelconcejonosemostrarontandispuestosaaceptar
el traspaso, pues si bien los regidores Juan López de Anguix y Andrés de Cantos
mandaroncumplirlaRealCédulaydarlealprocuradorlaposesióndeloficioylasllaves,
la mayoría (los alcaldes ordinarios Miguel Soriano y Miguel Benítez, Juan Cebrián,
alguacilmayor,ylosregidoresJuandeAlcañavatedelaCueva,JorgeCañavateyAntonio
Jiménez)alegaronquelaaceptaciónestabasupeditadaaqueelregimientonofuesede
losúltimamenteacrecentados,asícomoaqueMedranohubiesesobrevividolosveinte
días legales tras su renuncia (de lo que no había constancia documental); por todo lo
cualpropusieronrecurriraunasesorlegal«eporqueansimismotienennesçesidadde
informar sobrello a su Magestad de cosas que convienen, por tanto que no entienden
dar la dicha posesión hasta lo aver reconoçido»5. Juan López de Anguix y Andrés de
Cantosnoseretractarondesudecisión,porlocualfinalizóelayuntamientosinacuerdo.
LociertoesqueDiegoLópezdeMedranoestabavivoyseguíagozandodelaprotección
del entonces príncipe Felipe. En una carta que el príncipe dirigió a Carlos V desde
Monzónel7deoctubrede1547dándolenoticiassobrelasgestionesentrelosFúcaryel
Consejo de Hacienda, Felipe incluyó una noticia sobre que las fortalezas de Zafra y
Estables (dos torres en tierra de Molina con 30.000 maravedíes de renta más el
5Ayuntamiento de Albacete, Sección 01 (Gobierno), 4506. Libro de actas de sesiones municipales (1545 – 1552)
(olim MUN 63), f. 60a.
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te acrecentados, así como a que Medrano hubiese sobrevivido los
veinte días legales tras su renuncia (de lo que no había constancia
documental); por todo lo cual propusieron recurrir a un asesor legal
«e por que ansimismo tienen nesçesidad de informar sobrello a su
Magestad de cosas que convienen, por tanto que no entienden dar
la dicha posesión hasta lo aver reconoçido»5. Juan López de Anguix
-
nalizó el ayuntamiento sin acuerdo. Lo cierto es que Diego López de
Medrano estaba vivo y seguía gozando de la protección del entonces
príncipe Felipe. En una carta que el príncipe dirigió a Carlos V des-
de Monzón el 7 de octubre de 1547 dándole noticias sobre las ges-
noticia sobre que las fortalezas de Zafra y Estables (dos torres en
tierra de Molina con 30.000 maravedíes de renta más el aprovecha-
miento de una dehesa en la primera y de una heredad en la segunda
que hacían aumentar hasta 50.000 su valor), cuya tenencia estaba
vacante desde el fallecimiento de Don Alonso de Molina, le habían
sido pedidas por su caballerizo Diego López de Medrano, lo que le
trasladaba al Emperador «yo lo supplico a Vuestra Magestad quan
encarecidamente puedo, que el me ha seruido y sirue de manera
que merece toda la merced que Vuestra Magestad le hiziere» (Fer-
nández Álvarez, 2000, p. 551). El 30 de diciembre de 1550 Diego Ló-
pez de Medrano estaba en Valladolid, ya muy enfermo, pues otorgó
allí un codicilo junto a su esposa Doña María Orozco. En esta fecha
ostentaba el cargo de mayordomo de la reina de Bohemia6.
5 Ayuntamiento de Albacete, Sección 01 (Gobierno), 4506. Libro de actas de sesio-
nes municipales (1545 – 1552) (olim MUN 63), f. 60a.
6 1550. Codicilo de Diego López Medrano, mayordomo de la Reina de Bo-
hemia. Disponible en: https://investigadoresrb.patrimonionacional.es/
uploads/2013/07/1550-MEDRANO.pdf [acceso 2 de abril de 2020]. La reina de
con su primo el archiduque Maximiliano, futuro emperador, que por entonces se
titulaba rey de Bohemia.
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Siguiendo con lo acontecido en Albacete, en los siguientes
ayuntamientos no hubo ninguna noticia sobre el capitán Diego de
Vera, ni este compareció personalmente. Incluso en el ayuntamiento
del 29 de septiembre de 1546 (día de San Miguel, en que tradicio-
mandaron llamar al regidor Martín de Cantos para hacer la elección
(que por cierto, respondió que estaba enfermo y no podía por tanto
asistir), pero nadie hizo ninguna referencia a llamar al capitán Die-
derecho o porque no se esperase encontrarlo en Albacete. No he-
sus funciones o cargo concreto en la Corte. En 1547 hay un capitán
Diego de Vera que comparece solicitando hacer probanzas sobre la
conveniencia de arar ciertas tierras baldías en Vallecas7. En 1553
aparece en el catálogo del Archivo de La Alhambra una referencia a
una causa criminal sobre agravios y vejaciones hechos a los vecinos
del lugar de los Ayllones (Guadalcanal, Sevilla) por soldados de la
compañía de Diego de Vera8, y ciertas diligencias para socorrer a la
compañía del mismo capitán que estaba en el lugar de Mingorría
(Ávila)9, sin que podamos asegurar que sea el mismo personaje.
Tras el ayuntamiento del 10 de octubre de 1546 aparece un
-
mina «estante en la Corte de Su Magestad», en el que la mayoría de
-
go de Vera porque tanto él como sus antepasados no eran naturales
de Albacete, ni habían sido nunca vecinos o siquiera habitantes de
nuestra localidad. Tan sólo Andrés de Cantos mantuvo la postura
7 Archivo General de Simancas. CCA,DIV,41,54. Disponible en: http://pares.mcu.
[acceso 7 de abril de 2020].
8 Catálogo del Archivo de la Alhambra. Disponible en:
-
le/10514/14127/8%20CUADERNOS%2019-20%20%281983-1984%29%20
encriptado.pdf?sequence=1 [acceso 2 de abril de 2020].
9 Archivo General de Simancas, CCA, DIV, 13, 13. Disponible en: http://pares.mcu.
[acceso 7 de abril de 2020].
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contraria, diciendo con cierto tono chulesco «quel dicho Diego de
Vera es tan bastante para rregidor desta villa como quantos están
en el ayuntamiento»10
En todo el mes de octubre y noviembre no hubo referencias a Diego
de Vera en los ayuntamientos; cuando en el ayuntamiento del 6 de
noviembre se hizo el sorteo entre los regidores para establecer el
orden en que habían de ser diputados del mes11 tampoco se inclu-
yó a Diego de Vera ni hubo mención alguna al mismo. Hasta el 13
de diciembre no tenemos nuevas referencias, y para entonces hubo
un nuevo traspaso, en esta ocasión a un vecino de Albacete, llama-
do Benito de Molina, que compareció en persona presentando una
Cédula de Su Majestad que no se transcribió en el Libro de Actas.
En cuanto a su aceptación, se repitió la división entre los regidores
presentes: en esta ocasión Juan López de Anguix y Andrés de Can-
tos, a los que se unió Martín de Cantos, impusieron su criterio para
el juramento necesario. De nuevo se nos informa de la expeditiva
actuación de Andrés de Cantos:
Luego el dicho señor Andres de Cantos rregidor fue a la puerta de
la sala del dicho ayuntamiento donde estaba la llave del e buscó
e tuvo las demas llaves del dicho ayuntamiento, e de su mano las
dio y entrego al dicho Benito de Molina, el qual se dio por contento
dellas. Testigos Fabián de Belmonte e Benito de Yllescas, vecinos
de la dicha villa.12
10 Ayuntamiento de Albacete, Sección 01 (Gobierno), 4506. Libro de actas de se-
siones municipales (1545 – 1552) (olim MUN 63), f. 64 a – 65a.
11 Se encargaban de la almoneda para adjudicar las rentasdel concejo, y debían
-
ras recibidas y adjudicaciones realizadas. Entre 1545 y 1562 el nombramiento de
diputados fue a razón de dos por cada mes, pudiéndose repartir cada uno quince
días (Córcoles Jiménez, 2002, p. 37).
12 Ayuntamiento de Albacete, Sección 01 (Gobierno), 4506. Libro de actas de se-
siones municipales (1545 – 1552) (olim MUN 63), f. 73a.
María Pilar Córcoles Jiménez
PERSONAJES Y CORTESANOS EN EL ALBACETE DEL SIGLO XVI. AGENTES Y MEDIOS DE RELACIÓN ENTRE EL ÁMBITO DE LA CORTE Y UN PEQUEÑO MUNICIPIO
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Podría parecer que con esta actuación quedaba resuelto el
problema, pero nada más lejos de la realidad, ya que en el siguien-
te ayuntamiento (sólo cuatro días después, el 17 de diciembre) el
regidor Juan de Alcañavate de la Cueva acusó a Benito de Molina
de ganar «el dicho título con falsa rrelaçión, porque sobre el dicho
propósito esta pleito pendiente en Consejo Real», al no haber sido
Diego de Vera regidor de Albacete. Al día siguiente (sábado, 18 de
diciembre de 1546) Benito de Molina asistió como regidor al ayun-
tamiento ordinario semanal, pero los alcaldes ordinarios (Alonso
Marco y Pedro Ruiz Marco) y los regidores Juan de Alcañavate de la
Cueva, Jorge de Alcañavate y Marcos de Huete hicieron constar en el
Acta que
[…] tienen contradicho la eleçión e nombramiento del dicho Be-
nito de Molina, que pedían e rrequerían a su merçed [estaba pre-
sente el alcalde mayor del corregimiento, licenciado Salgado] no
haga avtos ni admita el boto del dicho Benito de Molina para cosa
alguna conçerniente al rregimiento ni tocante al rregimiento, pues
tienen contradicho e suplicado los más de los dichos señores […]13.
No les sirvió de nada esta oposición, pues el alcalde mayor
resolvió que «él se halló en el ayuntamiento e posesión del por vir-
tud del título / que tiene para ello, que fue obedeçido, e aunque no
lo fuera, por la Probisión del dicho título se manda por tal se tenga,
e si no lo puede ser que lo aleguen ante quien devan e son obliga-
dos, y entretanto manda que se guarde lo que su Magestad tiene
mandado»14. Por tanto, Benito de Molina siguió asistiendo a los
ayuntamientos, aunque en el del 22 de enero de 1547 sus oponentes
le proporcionaron un nuevo sobresalto, aprovechando la ausencia
de los que le defendían. Estaban presentes junto a él Alonso Marco
y Pedro Ruiz Marco, alcaldes ordinarios; Antonio Jiménez, Juan de
Alcañavate de la Cueva, Juan López de Anguix y Marcos de Huete,
regidores.
13 Ayuntamiento de Albacete, Sección 01 (Gobierno), 4506. Libro de actas de se-
siones municipales (1545 – 1552) (olim MUN 63), f. 76a.
14 Ayuntamiento de Albacete, Sección 01 (Gobierno), 4506. Libro de actas de se-
siones municipales (1545 – 1552) (olim MUN 63), f. 76r – 77a.
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Los dichos señores todos, eceto el dicho Benito de Molina, por
ante mi dicho Diego Lopez de Beçares escriuano del dicho ayuntamiento,
dixeron / que en lo que toca al rregimiento e presentaçión del qual tiene
hecha el dicho Benito de Molina, dixeron que no le aviendo ni tiniendo por
e otros avtos que sobre lo susodicho tienen hechos, que entretanto que Su
Magestad provee lo que sobrello fuere servido, que por avto ni abtos que
hagan en ayuntamiento o fuera dellos con el dicho Benito de Molina que
no le atribuyen juridiçión ni poder alguno, antes de nuevo lo contradizen
e protestan lo protestado.15.
Efectivamente estaba en curso un pleito, ya que se ha conser-
vado en el Archivo Histórico Provincial de Albacete una Real Provi-
sión fechada en Madrid, el 20 de abril de 1547 dirigida a los corre-
gidores y justicias de las villas del Marquesado para que recibiesen
como testigos a los que se quisieran personar en el juicio que Benito
de Molina tenía contra la villa de Albacete por un regimiento16. En
-
dores, alcaldes y jueces) de cualquier población que el pleito entre
Benito de Molina y la villa de Albacete sobre su regimiento había
sido visto en el Consejo y se había dado un plazo de 40 días (que
contaban desde el 19 de abril) a los litigantes para que aportasen
las pruebas que estimasen convenientes, por lo que se les mandaba
que hiciesen comparecer a los testigos que solicitase Tristán Calve-
te, que representaba los intereses del concejo de Albacete, y les to-
masen declaración ante escribano dentro del dicho plazo. A petición
de Tristán Calvete en nombre de la villa de Albacete los señores del
Consejo prorrogaron el término probatorio de la carta a 80 días.
15 Ayuntamiento del sábado 22 de enero de 1547. Ayuntamiento de Albacete, Sec-
ción 01 (Gobierno), 4506. Libro de actas de sesiones municipales (1545 – 1552)
(olim MUN 63), f. 85r – 86a.
16 A.H.P.AB. Municipios (Albacete), Reales Provisiones. Caja 551, Expediente 24.
(olimA.H.P.AB. 719). Esta Provisión puede consultarse transcrita íntegramente
por Carrilero Martínez (2000) en su libro Carlos V y Albacete, Apéndice documen-
tal, pp. 371 – 374.
María Pilar Córcoles Jiménez
PERSONAJES Y CORTESANOS EN EL ALBACETE DEL SIGLO XVI. AGENTES Y MEDIOS DE RELACIÓN ENTRE EL ÁMBITO DE LA CORTE Y UN PEQUEÑO MUNICIPIO
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Entre tanto Benito de Molina siguió asistiendo a los ayunta-
-
de 1547 votó a los candidatos sin que se registrase ya ninguna opo-
sición. No consta la resolución del pleito, pero debió ser favorable
traspasó a Sebastián de Cantos el 8 de septiembre de 1557.
Este regimiento sería ejercido por varios miembros de la fa-
milia Cantos-Molina-Santacruz (Córcoles Jiménez, 2002, p. 31), que
tomaban el apellido Santacruz al ser llamados a la sucesión de un
mayorazgo instituido por Francisco de Santacruz Cantos, vicario
que fue de la parroquial de Albacete y capellán de la emperatriz Isa-
bel (Córcoles Jiménez, 2017, p. 116).
3.2. Pedro de Aldrete (o Alderete) (junio – agosto 1555)
En 1555 un nuevo personaje de la Corte se incorporó a los
regidores de Albacete, también de una forma que podríamos llamar
«virtual». En el Archivo Histórico Provincial de Albacete se ha con-
servado el traslado de una Real Provisión de Carlos I a Pedro de Al-
derete, veedor de la Casa de su hija la Infanta Doña Juana (que por
entonces ejercía como gobernadora en ausencia de su padre y her-
mano) nombrándolo regidor perpetuo de Albacete en gratitud a los
servicios prestados17 (puede verse en el Apéndice Documental).
que estaba vacante por el fallecimiento de Francisco de Cantos, or-
denando al concejo de Albacete recibirle como tal regidor con todas
escribano del concejo Miguel Sánchez del Castillo sacó una copia o
traslado de dicho documento y precisamente los testigos presentes
en el acto de corregir y concertar la copia fueron el regidor Andrés
de Cantos y Pedro de Cantos, vecinos de Albacete.
17 A.H.P. AB. Municipios (Albacete), Reales Provisiones. Caja 4653. Expediente 42.
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Corte desde tiempos de Isabel la Católica, cuando otro Pedro de Al-
derete fue repostero de camas de la Reina. En concreto, el Pedro de
Alderete que fue nombrado regidor de Albacete había sido escudero
de pie de la Casa de la emperatriz Isabel entre 1529 y 1530, pasando
-
te de Isabel en 1539. Entonces se trasladó como repostero de capilla
a la Casa de las Infantas María y Juana. A principios de 1543 fue
que ocupó hasta 1549. Desde el 15 de noviembre de 1549 hasta el
primer tercio de 1552 ejerció este mismo puesto en la Casa de la
infanta Juana (Fernández Conti, 2000, p. 55) y debía de seguir como
tal en 1555 a tenor de lo que se dice en su nombramiento como re-
gidor en Albacete.
El regimiento que recibía era uno de los primeros vitalicios
creados en 1543, el que había poseído Martín de Cantos, que ha-
bía sido traspasado a Francisco de Cantos en 1547 y a un segundo
Francisco de Cantos, que se presentó como regidor el 6 de febrero
de 1550 (Córcoles Jiménez, 2002, p. 31) y que parece había fallecido
sin poderlo traspasar.
El concejo de Albacete intentó oponerse, ya que en el ayunta-
miento del 28 de mayo de 1555, estando presentes Diego del Peral,
alcalde ordinario, Juan López de Anguix, Juan de Alcañavate de la
Cueva, Marcos de Huete, Andrés de Cantos, Benito de Molina y Beni-
to López de Belmonte, regidores, ante el escribano Miguel Sánchez
del Castillo se hizo constar que
que a avido en esta villa a seido de ocho rregidores, e quando su
Magestad proveyó los rregimientos perpetuos se proveyeron ocho
rregimientos, e que después acá su Magestad a acreçentado quatro
rregimientos en esta villa [se habían acrecentado dos en 1545 y
otros dos en 1550], e que agora a vacado el uno ques el de Françis-
co de Cantos, e ques venido a su notiçia que […] a pedido merçed
del, e porque está mandado por su Magestad que los rregimientos
María Pilar Córcoles Jiménez
PERSONAJES Y CORTESANOS EN EL ALBACETE DEL SIGLO XVI. AGENTES Y MEDIOS DE RELACIÓN ENTRE EL ÁMBITO DE LA CORTE Y UN PEQUEÑO MUNICIPIO
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annadidos se consuman, por tanto que mandaban e mandaron que
se enbíe poder espeçial para quel dicho rregimientose consuma
e no se haga merçed a nadie del, e asimismo mandaron que vaya
mensajero con toda brevedad a poner contradiçion a ello.18
formales de toma de posesión. Pero a pesar de esta ausencia y del
mayor del marquesado de Villena, Antón Martínez de la Huerta y
Diego del Peral, alcaldes ordinarios; Juan López de Anguix, Andrés
de Cantos, Benito de Molina, Marcos de Huete, Juan del Cañavate de
la Cueva, Jorge del Cañavate y Benito López de Belmonte, regidores
«paresçió Francisco de Villena, vezino desta dicha villa e presentó
una provisión Rreal de Su Magestad por la qual le haze merçed de
un Rregimiento de la dicha villa, e de una Rrenunçiaçion de Pedro
bibió los veinte días».19
presentes, ya que ordenaron al pregonero Pedro Martínez que fuese
a buscar a los regidores que faltaban (Benito del Moral, Diego López
de Anguix, Luis Méndez y Alonso de Villanueva), pero ninguno se
hallaba en la villa, de forma que no comparecieron; tan solo llegó
Francisco de Solís, que era ese año el alguacil mayor del concejo. Jor-
ge de Alcañavate pidió que se anotasen en el Libro de actas los autos
de presentación de Pedro de Aldrete y el alcalde mayor así lo mandó
(no se debió de llevar a cabo, pues no aparecen en el Libro de actas).
18 A.H.P. AB. Ayuntamiento de Albacete, Sección 01 (Gobierno), 4507 (1552 –
1562) (olimMUN 64), f. 131a. Como dijimos antes, en realidad el regimiento que
-
dos, sino uno de los ocho originales de 1543.
19 A.H.P. AB. Ayuntamiento de Albacete, Sección 01 (Gobierno), 4507 (1552 –
1562) (olimMUN 64),f. 145a.
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E luego todos los dichos señores tomaron en sus manos la dicha
Rreal provisión Rreal la besaron e pusieron sobre sus cabeças y
obedeçieron con el acatamiento devido como a carta e mandado
de su Rrey e señor natural, y en quanto al conplimiento el dicho
señor alcalde mayor rreçibió juramento en forma de derecho de
los dichos señores alcaldes e rregidores e alguazil mayor, e so car-
go de aquel, les preguntó que aclaren sy el dicho rregimiento es
delos que su Magestad tiene mandados consumir, de que se haze
-
drete, vehedor de la serenísima prinçesa nuestra señora de que
arriba se haze mençión, los quales / dixeron quel dicho rregimien-
to que se hizo merçed al dicho Pedro de Aldrete por vacaçión del
dicho Francisco de Cantos es de los antiguos y de los ocho prime-
ros que su Magestad hizo merçed a esta villa, lo qual visto, dixeron
que rreçebían e rreçibieron por rregidor de la dicha villa al dicho
Françisco de Villena, e rreçibieron del dicho Francisco de Villena
la solenidad del juramento que en tal caso se rrequiere, e el dicho
lo hizo […].20
Entonces Francisco de Villena hizo todo el ritual de toma de
-
do al pie del acta.
Francisco de Villena ocupó el regimiento hasta 1557.El regi-
dor Jorge de Cañavate dijo de él que era«un onbre pobrisymo que no
tiene qué comer»21. Sin embargo, en 1568 adquirió la escribanía de
ayuntamiento acrecentada ese año con carácter vitalicio.
El regimiento volvió a la familia Cantos en 1557 con Pedro de
Cantos y a partir de 1571 lo ejerció Alonso de Cantos, hermano del
capitán Andrés de Cantos (Santamaría Conde, 2002, p. 83). Pedro de
Cantos y Martín de Cantos el mozo eran hijos de Martín de Cantos y
nietos del bachiller Francisco de Cantos, y tuvieron que pleitear en
los años treinta del siglo XVI con el concejo de Albacete para que se
les reconociera como hidalgos.
20 A.H.P. AB. Ayuntamiento de Albacete, Sección 01 (Gobierno), 4507 (1552 –
1562) (olimMUN 64),f. 145a – r.
21 Ayuntamiento del 22 de agosto de 1556. A.H.P. AB. Ayuntamiento de Albacete,
Sección 01 (Gobierno), 4507 (1552 – 1562) (olim Libro MUN 64).
María Pilar Córcoles Jiménez
PERSONAJES Y CORTESANOS EN EL ALBACETE DEL SIGLO XVI. AGENTES Y MEDIOS DE RELACIÓN ENTRE EL ÁMBITO DE LA CORTE Y UN PEQUEÑO MUNICIPIO
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La visión conjunta de estos dos episodios nos podría ayudar
a hacer una hipótesis sobre lo sucedido. En primer lugar, debemos
considerar cómo estos cortesanos pudieron haber llegado a conocer
y solicitar estos regimientos de una pequeña población. La villa de
Albacete había formado parte de la dote otorgada por Carlos V a su
esposa la emperatriz Isabel, que tomó posesión del señorío de la
villa el 7 de junio de 1526 (Carrilero Martínez, 2011, p. 83) hasta su
muerte en 1539. Como Señora de la villa le correspondía cobrar las
y atender sus peticiones. En este sentido la Emperatriz fue bastante
activa y se conservan diferentes documentos en los que se interesa-
ba por aspectos concretos, algunos tan menudos como la protección
de los bienes de los huérfanos o la exención a ciertos vecinos de
tener que dar alojamiento a gente de armas en su casa (Carrilero
Martínez, 2001, pp. 27 – 29). Francisco de Santacruz Cantos fue ca-
pellán de la emperatriz Isabel y vicario de la parroquial de San Juan
de Albacete, por lo que podría ser el intermediario en la relación
entre la familia Cantos y los cortesanos.
Otra vía posible de relación sería a través de la Caballería.
López Álvarez (2014) señala el papel que la Caballeriza y por ende,
el Caballerizo mayor, tenía como elemento de integración de los
miembros de determinadas élites, ya que de él dependían los pajes
de la Corte. En tiempos de Carlos V hubo unos 152 pajes en su Casa,
y algunos de ellos originaron «verdaderas sagas familiares». La ma-
yoría de estos pajes provenían de las élites urbanas, siendo muy
escasos los extranjeros y también los provenientes de la nobleza
-
riamente destinado a premiar a las élites urbanas de la Monarquía,
en especial las castellanas» (López Álvarez, 2014, p. 387) y fue co-
relación con el Caballerizo Diego López de Medrano fuera una vía
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tanto a la hora de agilizar o resolver pleitos como de colocar a los
más jóvenes para que empezaran su carrera entablando relaciones
provechosas en la Corte.
Tanto en el caso de Diego López de Medrano como en el de
Pedro de Aldrete los regimientos que recibieron habían quedado va-
cantes por muerte del propietario, que no debió de tener tiempo de
renunciarlos en alguien de su familia o allegados. En ambos casos
estos cortesanos, pequeños en cuanto a la relevancia de sus cargos,
pero cercanos por los mismos a las personas reales, lograron que el
y luego lo traspasaron a los verdaderos interesados, sendas perso-
nas de la familia Cantos. De ahí la defensa que miembros de la fami-
lia Cantos como Martín de Cantos y especialmente el capitán Andrés
de Cantos hicieron sobre el derecho de tales regidores cortesanos
ellos había pisado ni pensaba pisar la villa.
3.3. Don Bernardino de Cárdenas (enero 1558 – febrero 1560)
En el Archivo Histórico Provincial de Albacete se conserva un
traslado del título de regidor de Albacete de Don Bernardino de Cár-
denas, duque de Maqueda, Capitán General del Reino de Valencia22.
Tras la intitulación real de Felipe II, se dice:
[…] por hazer bien y merçed a vos, don Bernaldino de Cárdenas, du-
que de Maqueda, nuestro visorrey, lugarteniente e capitán general
del nuestro Rreyno de Valençia, es nuestra voluntad que agora e de
aquí adelante para en toda vuestra vida seáys nuestro rregidor de
la villa de Alvacete del nuestro marquesado de Villena, en lugar y
por vacaçión de Juan de Alcañavate nuestro rregidor que fue della,
por quanto es feneçido y pasado de esta presente vida[…]
22 A.H.P. AB. Municipios (Albacete), Reales Provisiones. Caja 552, Expediente 69.
(olim AHP-AB 720). Traslado del título de regidor de Albacete de Don Bernardino
de Cárdenas, duque de Maqueda, Capitán General del Reino de Valencia.
María Pilar Córcoles Jiménez
PERSONAJES Y CORTESANOS EN EL ALBACETE DEL SIGLO XVI. AGENTES Y MEDIOS DE RELACIÓN ENTRE EL ÁMBITO DE LA CORTE Y UN PEQUEÑO MUNICIPIO
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-
-
paresciere que lo soys o fuéredes, ayáys perdido e perdáys el dicho
-
tra voluntad fuere», y se le concedía con las mismas funciones, privi-
legios y salarios que tuvo el anterior propietario. El título, redactado
por Juan de Galarza, está fechado en Valladolid el 15 de noviembre
Don Bernardino de Cárdenas hizo constar que daba poder a
Juan de Villanueva el mozo, hijo de Juan de Villanueva el viejo, veci-
no de Albacete, para que en su nombre se presentase a tomar pose-
villa de Torrijos, el 21 de diciembre de 1557, ante un escribano de
dicha villa.
De esta manera, en el ayuntamiento del 3 de enero de 1558
compareció Juan de Villanueva el mozo representando a Don Ber-
nardino, y dijo «que el dicho duque [se] presentaba e presentó por
rregidor perpetuo desta villa por virtud de la merçed quel dicho
de rregidor desta villa, e pidió a los dichos sennores lo rreciban por
tal rregidor al dicho su parte e lo pido por testimonio […]»23. En esta
ocasión los capitulares no manifestaron ninguna oposición y Juan
de Villanueva hizo el preceptivo juramento en nombre de su repre-
sentado.
Este regimiento era el que había venido desempeñando des-
de 1545 Don Juan del Cañavate (o Alcañavate) de la Cueva (Córcoles
Jiménez, 2002, p. 31), y a tenor de lo que se dice en el título real,
había fallecido sin hacer la preceptiva renuncia. Se repetía pues la
situación que hemos visto en los casos anteriores: un regidor que
23 A.H.P. AB. Ayuntamiento de Albacete, Sección 01 (Gobierno), 4507 (1552 –
1562) (olim MUN 64), f. 251r – 252a.
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se consumiría), un cortesano a quien el Rey hace merced del mismo
y que toma posesión de manera «virtual» para luego traspasarlo a
alguien de la población. Pero en este caso el traspaso se demoró va-
rios años.
En cuanto al representante, Juan de Villanueva el mozo, sa-
bemos que pertenecía a una familia relevante en la villa de Albacete
-
nueva, padre de Juan y Alonso, había sido precisamente el primer
y formaba parte también del grupo de los 33 elegibles que habían
de Villanueva que representó a Don Bernardino se presentaría él
mismo como regidor el 5 de junio de 1559 por renuncia de su her-
mano Alonso de Villanueva, que había desempeñado uno de los dos
regimientos acrecentados en 1550 (Córcoles Jiménez, 2002, p. 31);
la familia tenía una estrecha relación con el capitán Andrés de Can-
tos, que estuvo casado en primeras nupcias con Ana de Villanueva.
Don Bernardino no estuvo presente en ninguno de los ayun-
tamientos durante el tiempo que duró el ejercicio de su regimiento;
de nuevo encontramos la misma situación de regidor «virtual». Pero
a diferencia de los anteriores cortesanos que hemos visto aparecer
como regidores de Albacete, servidores menores, aunque cercanos
a las personas Reales, Don Bernardino era un personaje de elevada
alcurnia y muy bien situado en la Corte.
enfrentamientos en la sucesión real. El servicio regio encumbró a
su abuelo Gutierre de Cárdenas, que fue maestresala de la princesa
Isabel y se convirtió en su contador al ser proclamada Reina, siendo
-
señorío de la villas de Maqueda, Torrijos y Elche y la tenencia de
las fortalezas de La Mota, Sax y Chinchilla, amasando además una
notable fortuna con la que fundaría un mayorazgo que incluía po-
María Pilar Córcoles Jiménez
PERSONAJES Y CORTESANOS EN EL ALBACETE DEL SIGLO XVI. AGENTES Y MEDIOS DE RELACIÓN ENTRE EL ÁMBITO DE LA CORTE Y UN PEQUEÑO MUNICIPIO
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sesiones en Toledo, Castilla, Jaén, Sevilla, Canarias y Valencia, más
el señorío de Molina (Palencia Herrejón, 2002, pp. 340 – 344). Casó
con Teresa Enríquez, hija del Almirante de Castilla, muy cercana
también a la Reina Católica. El hijo de ambos, Diego de Cárdenas,
casó con Mencía Pacheco, hija del I Marqués de Villena; en la Gue-
rra de las Comunidades tomó el partido del Emperador Carlos, que
concedió a su hijo Don Bernardino de Cárdenas Pacheco el título de
marqués de Elche en 1520, y en 1529 le hizo merced del título de
duque sobre su villa de Maqueda (Toledo), con Grandeza de España.
La concesión de los títulos nobiliarios tanto al paterfamilias como
(previamente) a su joven hijo, se relacionan no solo con la trayecto-
ria personal de Don Diego de Cárdenas, sino con el reconocimiento
de los servicios prestados por su antecesor y con el deseo de impli-
car al joven heredero en el servicio real (Quintanilla Raso, Blázquez
Mayoral, 2017, pp. 312 – 317). En adelante el título de marqués de
Elche lo ostentarían los herederos del ducado de Maqueda.
Historia24, Don Bernardino de Cárdenas y Pacheco, que se había
destacado en el servicio al emperador Carlos V en la campaña de
-
dre en 1542; se convirtió en Virrey y Capitán General de Navarra en
1549 hasta 1552, y más adelante desempeñó el virreinato y capita-
nía general de Valencia (1553 – 1558), donde se ocupó en frenar el
bandolerismo y mejorar la defensa frente a los ataques de piratas
berberiscos, construyendo y remodelando varias torres en el litoral
(Guardamar, Santa Pola). Por tanto, formaba parte de un linaje que
había conseguido el encumbramiento político y social en pocas ge-
neraciones. La muerte temprana de su hijo y heredero en 1557 y los
achaques de salud que padecía le hicieron retirarse a su villa de To-
rrijos, donde hemos visto que otorgó el poder a Juan de Villanueva
para que tomase posesión en su nombre del regimiento en Albacete.
24
Academia de la Historia. Disponible en;-
nardino-de-cardenas-y-pacheco [Consultado el 3 de julio de 2020]
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Aunque estaba retirado de la actividad gubernativa y militar cuanto
-
to por sus títulos nobiliarios como por los puestos que desempeñó,
-
na en nuestra población.
¿Cuál sería la relación que le condujera a pretender y tomar
de la fortaleza de Chinchilla por parte de Don Gutierre en los años
ochenta del siglo XV le llevara a tratar con algunos notables de las
familias que ejercían el poder municipal tanto en Chinchilla como
en la vecina localidad de Albacete. No fue algo ocasional, pues el
control de la fortaleza pasó a su hijo Don Diego de Cárdenas, y desde
1524 Don Bernardino fue alcaide por Real Cédula de Carlos I (Quin-
tanilla Raso, Blázquez Mayoral, 2017, pp. 230 – 233). Esto podría
explicar cómo llegó Don Bernardino a conectar con las familias Vi-
llanueva y Alcañavate, ambas con raíces chinchillanas, que durante
el reinado de los Reyes Católicos experimentaron un considerable
ascenso social, tanto por sus propiedades en tierras y ganados como
Pretel Marín hace referencia en los comienzos del siglo XVI a Barto-
lomé y Manuel Sánchez de Alcañavate como importantes patricios
e hidalgos chinchillanos que acabarían viviendo en Albacete (Pretel
Marín, 2001, p. 84), y que colaboraron en la expulsión de Chinchilla
de algunos partidarios del marqués de Villena en 1507. Pariente de
estos es Mari Sánchez de Alcañavate que casó en Albacete en prime-
ras nupcias con Carlos Muñoz, hidalgo de Belmonte (Pretel Marín,
2001, p. 84), mientras que de un segundo matrimonio con Francisco
Jiménez tuvo a Juan de Alcañavate de la Cueva (Pretel Marín, 2001,
p. 125), que en 1547 aparece como alcaide de Chinchilla, además de
ser uno de los primeros regidores «perpetuos» de Albacete (Córco-
dio lugar a la intervención de Don Bernardino de Cárdenas.
Don Bernardino falleció en 1560 en Torrijos (Quintanilla
Raso, Blázquez Mayoral, 2017, p. 328). Sus títulos los heredó su nie-
María Pilar Córcoles Jiménez
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to, Bernardino de Cárdenas y Portugal, que sería Adelantado mayor
-
cio de regidor de Albacete fue traspasado y volvió a los Alcañavate,
pues ante el ayuntamiento del 9 de febrero de 156025 compareció
Francisco de Alcañavate, vecino de Albacete, con un título real como
regidor (fechado en Toledo el 5 de enero de 1560) donde consta que
la villa de Elche, del Reino de Valencia, el 28 de noviembre de 1559.
Cueva (el 19 de enero de 1565) y de nuevo a Francisco de Alcañava-
te el 30 de septiembre de 1567 (Córcoles Jiménez, 2002, p. 31).
3.4. Sebastián Ramírez de Fuenleal (septiembre a diciembre
1558)
No había concluido el año 1558 en que hemos visto a Don
cuando en el ayuntamiento del 28 de septiembre de 1558 compare-
ció Esteban Pérez, vecino de Albacete, con un poder que mostró de
Sebastián Ramírez de Fuenleal, caballero de la Orden de Santiago,
vecino de la villa de Villaescusa, y en nombre del mismo presentó
-
miento de la villa de Albacete al dicho Sebastián Ramírez «que en
el rrenunçió Françisco Sedeño de Mesa, rregidor que fue desta villa
[…], / por virtud del qual dicho poder y en el dicho nombre pidió
obedezcan e guarden la dicha Çedula Rreal, y en cumplimiento della
rreçiban por rregidor de la dicha villa al dicho Sebastian Rramírez e
26
Se hicieron las solemnidades acostumbradas de acatamiento
y le pidieron a Esteban Pérez que prestase el juramento habitual «el
qual fue enel dicho nonbre, e quel dicho Sebastián Rramírez usará
25 A.H.P. AB. Ayuntamiento de Albacete, Sección 01 (Gobierno), 4507 (1552 –
1562) (olim MUN 64), f. 322a – r.
26 A.H.P. AB. Ayuntamiento de Albacete, Sección 01 (Gobierno), 4507 (1552 –
1562) (olim MUN 64), f. 284r – 285a.
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chos señores dixeron que rreçebían e rreçibieron por rregidor de
la dicha villa al dicho Sebastián Rramírez e dieron y entregaron en
señal de posesión al dicho Esteban Pérez las llaves del ayuntamien-
to […]».
sido ejercido por Luis Méndez desde el 23 de septiembre de 1554
hasta el 19 de febrero de 1558 en que lo traspasó a Francisco Sede-
ño de Mesa (Córcoles Jiménez, 2002, p. 31), el que hemos visto que
lo renunció en Sebastián Ramírez de Fuenleal. Sebastián Ramírez no
apareció en los sucesivos ayuntamientos, ni siquiera en el de elec-
uno de los momentos claves en el ejercicio del poder municipal. Sin
embargo, se le tuvo en cuenta para entrar en el sorteo de diputados
(celebrado en el ayuntamiento del 6 de diciembre de 1558) por el
para ejercerlo los meses de abril y mayo de 1559 junto con Jorge de
Alcañavate. Antes de que le llegase el turno, en el ayuntamiento del
30 de diciembre de 1558 compareció Francisco Sedeño de Mesa, ve-
cino de Albacete, con una Cédula Real por la que se le hacía merced
de Fuenleal, junto con las escrituras de renuncia y de que el renun-
-
ma, por lo que volvió a retomar el ejercicio que había interrumpido
sólo tres meses. Continuaría ejerciéndolo hasta 1573, cuando el 12
de febrero lo retomó Luis Méndez (Córcoles Jiménez, 2002, p. 31),
que como veremos, era su tío materno.
En este caso la situación era bastante distinta de la que he-
-
dido» por fallecer la persona que lo estaba ejerciendo. Es apenas un
intermedio de tres meses en el que pasa a un hidalgo de otra pobla-
ción, para ser retomado por el mismo regidor, aunque la situación
no pisó nuestra localidad o al menos nunca asistió a un ayuntamien-
María Pilar Córcoles Jiménez
PERSONAJES Y CORTESANOS EN EL ALBACETE DEL SIGLO XVI. AGENTES Y MEDIOS DE RELACIÓN ENTRE EL ÁMBITO DE LA CORTE Y UN PEQUEÑO MUNICIPIO
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parentesco y clientelismo que no son fáciles de desentrañar, pero
vamos a intentarlo.
Villaescusa de Haro, en la actual provincia de Cuenca, que
en nuestra época no alcanza los 500 habitantes, fue en la Edad Mo-
pensarse como sede universitaria, siendo abandonado el proyecto
por la fundación por parte del Cardenal Cisneros de la Universidad
en Alcalá de Henares27. Relacionados con esta población encontra-
mos numerosas ramas del apellido Ramírez, al parecer de origen
navarro, con variantes entre Ramírez de Alarcón, Ramírez de Arella-
no, Ramírez de Haro, Ramírez de Villaescusa y Ramírez de Fuenleal
(Ferrer Rodríguez, 2016, p. 659 – 660). El palacio de los Ramírez
es precisamente hoy la sede de la corporación municipal de la po-
blación y centro integral de servicios (biblioteca, correos, salón de
actos, sala de exposiciones, etc.28).
Suele llamarse «el pueblo de los obispos» pues hasta catorce
naturales de esa población fueron obispos entre los siglos XV al XVII
y de ellos ocho formaban parte de la familia de los Ramírez (Ferrer
Rodríguez, 2016, p. 663). Entre los más relevantes, Diego Ramírez
de Arellano (1459 – 1537), obispo de Málaga y de Cuenca, al que se
ha llegado a comparar con el cardenal Cisneros tanto por su trayec-
toria religiosa y sus inquietudes reformistas como por las relaciones
cortesanas e interacción con las personas reales y por su mecenazgo
artístico (Sáez Olivares, 2017, p. 86); Diego Ramírez Sedeño, obispo
de Pamplona, del que hablaremos más adelante; Pedro Carlos Ra-
mírez, obispo de Gerona; Julián Ramírez, obispo de Guadix; y Don
27 Para la actividad del obispo Don Diego Ramírez de Villaescusa o de Fuenleal,
su programa de construcciones y el proyecto de construir una Universidad en
Villaescusa de Haro puede verse MARTÍNEZ MARTÍN, A. (2006). «Retablo de la
Asunción» de la iglesia de San Pedro en Villaescusa de Haro (Cuenca). Cuadernos
; 2006; 15(30); 299-333.
28http://vi-
llaescusadeharo.com/?page_id=337 [acceso 15 de junio de 2020].
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Sebastián Ramírez de Fuenleal, que entre otras muchas dignidades
fue un destacado jurista, Presidente de las Chancillerías de Granada
y Valladolid, de la Audiencia de la Isla Española (1529–1531) y pos-
teriormente de la Nueva España hasta 1536, en las que destacó por
su preocupación sobre el buen tratamiento a los indios, así como
emprendiendo obras de infraestructura urbana y comunicación, y
para la conservación de las antigüedades prehispánicas. A su vuelta
a España fue sucesivamente obispo de Tuy, León y Cuenca29. Eviden-
temente, este obispo homónimo no es el que nos interesa en este
trabajo, ya que había fallecido en Valladolid en 1547. Sin embargo,
estos datos hablan elocuentemente sobre una nutrida estirpe capaz
de colocar a sus miembros en posiciones relevantes en el ámbito
eclesiástico, pero también en cargos administrativos. El escudo de
particular de Villaescusa de Haro (Ferrer Rodríguez, 2016, p. 664).
Francisco Sedeño de Mesa, aunque no parezca evidente, es-
taba emparentado con Sebastián Ramírez de Fuenleal30. El padre de
Francisco Sedeño de Mesa, Gabriel de Espinosa, era de familia hidal-
ga por ser hijo de Francisco Sedeño, que se asentó en San Clemente
parte de las milicias del capitán y poeta Jorge Manrique durante la
Guerra sucesoria entre Isabel la Católica y Juana la Beltraneja (Cór-
coles Jiménez, 2017, p. 197 y ss.). Gabriel de Espinosa casó en Al-
bacete con Isabel de Solís, hermana de Luis Méndez, de una familia
que sin ser hidalgos, tenían ya sólidas bases implantadas en la admi-
29-
ria. [Acceso
2 de agosto de 2020].
30 El anárquico sistema de apellidos durante esta época impide a menudo esta-
blecer parentescos si no se encuentran declarados en las Fuentes. Sólo a título
de ejemplo, podemos ver que los hijos del matrimonio entre Francisco Sedeño
de Mesa y Doña Jerónima de Herrera se llamaban Don Juan Sedeño de Mesa (que
durante años fue llamado Alonso Pérez Sedeño, y cambió su nombre al heredar
un patronazgo), Gabriel de Espinosa, Doña Leonor de Ludeña, Doña Isabel Sede-
ño, Doña Úrsula de Mesa y Doña Ana (o María) Sedeño. Ver en Córcoles Jiménez,
2017; p. 200.
María Pilar Córcoles Jiménez
PERSONAJES Y CORTESANOS EN EL ALBACETE DEL SIGLO XVI. AGENTES Y MEDIOS DE RELACIÓN ENTRE EL ÁMBITO DE LA CORTE Y UN PEQUEÑO MUNICIPIO
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nistración municipal y seguramente un capital nada despreciable.
Tanto Gabriel de Espinosa como más adelante su viuda e hijos tuvie-
ron pleitos con el concejo de Albacete para que fuese reconocida su
presbítero de Albacete Tomás de Villanueva en uno de estos pleitos,
el matrimonio entre Gabriel de Espinosa e Isabel de Solís se había
concertado porque ella «hera persona rrica y que tenía mucha can-
tidad de bienes»31.
por Linda Martz como primo de Gabriel de Espinosa (Martz, 2003,
p. 211). Era hermano del clérigo Diego Ramírez Sedeño de Fuen-
leal32, y sobrinos ambos del obispo Sebastián Ramírez de Fuenleal33
al que nos hemos referido anteriormente.
Diego Ramírez fue un personaje bastante destacado, rector
de la Universidad de Salamanca en el curso académico 1548-1549,
que se doctoró en ambos derechos por la de Toledo, fue tesorero en
la Catedral de Tuy y canónigo en las de León, Cuenca y Toledo. Fue
nombrado Primer Inquisidor de Toledo en 1555 y como tal partici-
pó en el arresto del arzobispo Carranza en 1559 (Gutiérrez, 1951, p.
158 – 159); en 1561 fue nombrado obispo de Pamplona, engrosan-
do así la nómina de obispos naturales de Villaescusa, partiendo un
año después para participar en las sesiones del Concilio de Trento
en compañía de su hermano Sebastián, formando parte de un cor-
tejo de 18 personas, uno de los más numerosos en Trento (Martz,
2003, p. 211). Falleció en Pamplona el 27 de enero de 1573, y a él
se le debe el retorno de una reliquia de San Fermín, primer obispo
y patrono de Pamplona, a la iglesia de San Lorenzo, desde Francia
(Gutiérrez, 1951, p. 300 y ss.).
31 Archivo de la Real Chancillería de Granada. Real Provisión Ejecutoria de hidal-
guía. Litigante Isabel de Solís y consortes. Caja 4575. Pieza 009. f. 49r.
32 En las versiones latinas de los asistentes al Concilio Diego Ramírez es mencio-
nado como «Ramírez de Haro et Fuenleal» (Gutiérrez, 1951). En otras fuentes
aparece también como Diego Ramírez de Arellano (Sáez Olivares, 2017).
33 -
demia de la Historia. Disponible en:
ramirez-sedeno-de-fuenleal [Acceso 8 de agosto de 2020].
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Volviendo al testimonio de Tomás de Villanueva, encontra-
mos una interesante noticia sobre las relaciones entre Francisco
Sedeño de Mesa y los primos de su padre: «[…] tenía este testigo
notiçia que, estando el susodicho [Francisco Sedeño] en la çiudad de
Toledo en seruiçio de Don Diego Rramírez ,ynquisidor que auía sido
de Toledo, que auía sido deudo del susodicho, lo auía casado con la
dicha doña Geronima de Herrera, su muger»34. Por tanto, quizá el
estar relacionado con una ausencia de Francisco Sedeño de Mesa
para estrechar lazos con sus familiares paternos, bien situados en
Toledo, y para casarse con la hija de Juan de Herrera y Santo Do-
mingo, un regidor de Toledo de linaje de conversos, Doña Jerónima
de Herrera. El matrimonio se concertó a comienzos de 1560 y se
celebró en agosto de 1560 (Martz, 2003, p. 211). La relación con
esta familia toledana sin duda le vino proporcionada a Francisco Se-
deño por su parentesco con los Ramírez Sedeño de Fuenleal, ya que
Sebastián participó en la negociación de su contrato matrimonial
(Martz, 2003, p. 213). Como parte de dicho contrato matrimonial,
Francisco Sedeño de Mesa se comprometió a residir en Toledo junto
a su esposa, lo que parece haber cumplido a temporadas, a pesar de
1573.
Sebastián Ramírez de Fuenleal aparece como regidor de To-
ledo entre 1558 y 1561 (Aranda Pérez, 1992, p. 213). Dado que en
-
-
Sedeño de Mesa en su contrato matrimonial con Doña Jerónima de
Herrera recibió una cantidad de dinero por parte de su suegro Juan
-
34 Archivo de la Real Chancillería de Granada. Real Provisión Ejecutoria de hidal-
guía. Litigante Isabel de Solís y consortes. Caja 4575. Pieza 009, f. 49a.
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PERSONAJES Y CORTESANOS EN EL ALBACETE DEL SIGLO XVI. AGENTES Y MEDIOS DE RELACIÓN ENTRE EL ÁMBITO DE LA CORTE Y UN PEQUEÑO MUNICIPIO
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nalidad
-
seo el intercambio del regimiento de Albacete a Sebastián Ramírez
de Fuenleal.
En todo caso, tenemos de nuevo a un personaje de una fami-
lia bien relacionada en la Corte Real (baste recordar que su herma-
no Diego fue encargado por Felipe II de llevar a cabo una misión tan
delicada como la detención del arzobispo de Toledo, Bartolomé Ca-
rranza, cuando era Inquisidor en Toledo) ocupando un regimiento
de Albacete, aunque de manera nominal, sin ejercicio efectivo. Como
«comendador» de una orden militar, que ella cree que podría ser la
de Montesa) (Martz, 2003, p. 211), representaba un escalón supe-
rior en la nobleza al de los meros hidalgos.
3.5. Don Gabriel Guerrero de Luna (abril a diciembre de 1585)
El regimiento traspasado a Pedro de Aldrete que hemos visto
tornar a la familia Cantos en 1557 con Pedro de Cantos y a partir
de 1571 con Alonso de Cantos, había pasado el 28 de septiembre
de 1581 a Miguel Garijo Benítez. Este había sido ya regidor entre
el 9 de diciembre de 1573 y el 30 de agosto de 1578; y lo volvería a
ser en 1587 en uno de los regimientos que originariamente habían
tenido Alonso y Juan de Villanueva. Desde 1580 tenía título de escri-
bano, tras examinarse ante el Real Consejo, y como tal ejerció en el
ayuntamiento de Albacete en 1580 – 81(Córcoles Jiménez, 2002, pp.
31 y ss.). Posteriormente encontramos otro traspaso en que parti-
cipa un personaje relevante y externo a Albacete, Don Gabriel Gue-
rrero de Luna.
En el ayuntamiento del 21 de abril de 158535 se presentó per-
sonalmente (lo que constituye una novedad frente al resto de casos
35 Fue un ayuntamiento extraordinario, celebrado un domingo. Ayuntamiento de
Albacete, Sección 01 (Gobierno), 4511. Libro de actas de sesiones municipales
(1583 – 1592) (olim MUN 68), f. 84r – 85a.
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que hemos visto anteriormente) Don Gabriel Guerrero como regi-
dor en lugar y por renuncia de Miguel Garijo Benítez. La renuncia la
había hecho Miguel Garijo a favor de Don Gabriel Guerrero de Luna,
vecino de la ciudad de Alcaraz, el 12 de febrero de 1585 en Albacete.
El título está fechado en Zaragoza, el 11 de marzo de 1585. Se le re-
Figura 2).
Figura 2. Firma de Don Gabriel Guerrero de Luna al pie del acta del ayuntamiento de su
presentación como regidor. Fuente: Junta de Comunidades de Castilla la Mancha/Archivo
Histórico Provincial de Albacete, Fondo municipal de Albacete. Signatura 4511. Libro de
actas de sesiones municipales (1583 – 1592), f. 85a.
ayuntamiento mientras fue regidor de Albacete, ni siquiera al que
se celebró dos días después (el día 23 de abril) lo que indicaría que
se marchó rápidamente de nuestra población. Tampoco asistió al
Enelayuntamientodel21deabrilde158535sepresentópersonalmente(loque
constituye una novedad frente al resto de casos que hemos visto anteriormente) Don
Gabriel Guerrero como regidor en lugar y por renuncia de Miguel Garijo Benítez. La
renuncialahabíahechoMiguelGarijoafavordeDonGabrielGuerrerodeLuna,vecino
delaciudaddeAlcaraz,el12defebrerode1585enAlbacete.Eltítuloestáfechadoen
Zaragoza,el11demarzode1585.Selerecibiósinningunaoposiciónyfirmóalpiedel
acta(Figura2).
Figura2.FirmadeDonGabrielGuerrerodeLunaalpiedelactadelayuntamientodesupresentación
comoregidor.Fuente:JuntadeComunidadesdeCastillalaMancha/ArchivoHistóricoProvincialde
Albacete,FondomunicipaldeAlbacete.Signatura4511.Librodeactasdesesionesmunicipales(1583–
1592),f.85a.
Sin embargo, ya no le encontramos asistiendo a ningún otro ayuntamiento
mientrasfueregidordeAlbacete,nisiquieraalquesecelebródosdíasdespués(eldía
23deabril)loqueindicaríaquesemarchórápidamentedenuestrapoblación.Tampoco
asistió al ayuntamiento de elección de oficios, tan relevante de la vida municipal, que
eseañosecelebróel13deoctubre.Portanto,fuetambiénunregidor«virtual»queno
participóen ningunade las tareasy funcionesde suoficio, aunque supresentación la
hicieraenpersona.
El periodo de Don Gabriel como regidor de Albacete finalizó antes de que
terminaseelaño,puesenelayuntamientodel19dediciembresepresentóLuisNúñez
conunarenunciadeDonGabrielGuerrerodeLuna,dadaenlaciudaddeAlcarazel22
35 Fue un ayuntamiento extraordinario, celebrado un domingo. Ayuntamiento de Albacete, Sección 01
(Gobierno), 4511. Libro de actas de sesiones municipales (1583 – 1592) (olim MUN 68), f. 84r – 85a.
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PERSONAJES Y CORTESANOS EN EL ALBACETE DEL SIGLO XVI. AGENTES Y MEDIOS DE RELACIÓN ENTRE EL ÁMBITO DE LA CORTE Y UN PEQUEÑO MUNICIPIO
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cipal, que ese año se celebró el 13 de octubre. Por tanto, fue también
un regidor «virtual» que no participó en ninguna de las tareas y fun-
antes de que terminase el año, pues en el ayuntamiento del 19 de
Guerrero de Luna, dada en la ciudad de Alcaraz el 22 de octubre. El
fechado el 18 de noviembre en Monzón. En la aceptación por parte
del concejo se hizo constar que Don Gabriel Guerrero sobrevivió los
20 días preceptivos tras su renuncia, por lo que se le dio posesión
Por tanto, en toda esta secuencia no media como motivación
que todos los implicados en estos traspasos estaban vivos cuando
se realizaron.
La familia Guerrero era bien conocida en Alcaraz. El bachi-
ller Juan Martínez Guerrero, que falleció en julio de 1543,provenía
de una familia que en el siglo anterior ya tenía entre sus méritos
Villena y favorito de Enrique IV de Castilla, aunque supieron cam-
biar acertadamente de bando y pasar a seguir a Isabel y Fernando
cuando la ciudad de Alcaraz tomó partido por estos al comenzar la
guerra entre los partidarios del marqués de Villena y los que serían
los Reyes Católicos (Pretel Marín, 2019, pp. 10 y ss.). Superadas las
borrascas de la guerra, los Guerrero volvieron a descollar entre los
-
te de la Cofradía de los Fieles de Cristo, en la que sólo se admitía a
nobles descendientes de los cristianos viejos que habían resistido
en la Peña de El Santo a la dominación musulmana en España. El
hijo mayor de Juan Martínez Guerrero, Francisco Guerrero, era re-
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y tenía tales relaciones con la Corte del Emperador que fue comi-
sionado en varias ocasiones para solicitar privilegios en nombre de
Alcaraz por la lealtad que la ciudad mostró a Carlos en la Guerra de
las Comunidades (Pretel Marín, 2019, p. 19).
Tanto Francisco como su hermano menor Agustín casaron
con descendientes del bachiller Cristóbal de Luna, hidalgo muy res-
petado en Alcaraz. Agustín y su sobrino Juan Guerrero de Luna se
embarcaron con rumbo a América en 1535, donde harían fortuna
dando lugar a una importante rama americana de la familia.Carlos II
Gabriel Guerrero de Luna y Sandoval, general de artillería, caballero
de la Orden de Santiago, gobernador de las plazas de Badajoz, Cuz-
co, Potosí y miembro del Consejo de Su Majestad36. En Alcaraz que-
daron los hijos de Agustín, Francisco y Agustín Guerrero de Luna,
que fueron «protagonistas de la vida local entre los años sesenta y
ochenta del siglo XVI» (Pretel Marín, 2019, p. 25) y mostraron un
notable preocupación cultural y humanística. Del matrimonio entre
Francisco Guerrero de Luna y Doña Francisca de Sandoval y Luna,
señora de Montemayor, nació un Don Gabriel Guerrero de Luna, que
podría ser el que aparece en Albacete, y que se casaría en Grana-
da con Doña Catalina Esquivel y Guzmán (De la Guardia y Salvetti,
2004. p. 719).
cabe duda es de que los Guerrero eran una poderosa familia tanto a
nivel local, en Alcaraz, como bien relacionada en la Corte, y que en
las siguientes generaciones conseguirían títulos de nobleza.
En el año anterior, 1584, se había avecindado en Albacete
aunque sin suerte (Córcoles Jiménez, 2002, p. 39). No tenemos más
noticias sobre la presencia de otros miembros de la familia en Alba-
cete.
36 PARES, Portal de Archivos Españoles. Materias – Valdeguerrero, marqueses
de. Disponible en: http://pares.mcu.es/ParesBusquedas20/catalogo/autori-
dad/55508. [Acceso 11 de agosto de 2020].
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PERSONAJES Y CORTESANOS EN EL ALBACETE DEL SIGLO XVI. AGENTES Y MEDIOS DE RELACIÓN ENTRE EL ÁMBITO DE LA CORTE Y UN PEQUEÑO MUNICIPIO
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4. DISCUSIÓN
Los estudios sobre el poder local en la Edad Moderna han ido
poniendo en valor la realidad social que se esconde tras el ámbito de
las instituciones y el marco jurídico, enfocándose sobre el análisis
de las oligarquías urbanas, los vínculos que mantenían internamen-
te y con otras poblaciones, los niveles de fortuna, etc.
Como apunta Passola i Tejedor, la oligarquía municipal pue-
engranajes del gobierno local mediante la concentración y apro-
piación de los instrumentos de poder (Passola i Tejedor, 2002, p.
49) y ya desde el siglo XV fue experimentando un proceso de aristo-
cratización, que comenzó por aspiración y fue desarrollándose por
imitación de las formas de vida, asimilación de estrategias patri-
moniales (adquisición de tierras y fuentes de riqueza «honradas»,
constitución de mayorazgos) y por su comportamiento en la insti-
tución municipal (Passola i Tejedor, 2002, pp. 53 – 54). Aunque se
Aragón, estas ideas resultan perfectamente válidas para el ámbito
castellano. En este sentido, el poder contar entre sus miembros a
hidalgos, nobles y caballeros de Órdenes militares sin duda era un
argumento más para que los regidores locales fuesen considerados
un grupo superior, diferenciado del resto de los vecinos. «Las puer-
tas del gobierno municipal no se abrieron tanto a la nobleza tra-
dicional como a aquellos ciudadanos que, en su progresión social,
habían alcanzado el estado nobiliar» (Passola i Tejedor, 2002, p. 54).
ser interpretada también a la inversa, pues un noble de primer or-
den como Don Bernardino de Cárdenas no desdeñó tomar en estas
era Albacete, lo que indica la consideración como grupo socialmente
relevante que tenían los regidores.
El estudio de las redes sociales se ha venido revelando su-
mamente fructífero para desentrañar cómo se solucionaban los
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problemas personales y cómo se alcanzaban objetivos individuales
o comunitarios. En la Edad Moderna podemos encontrar una gran
diversidad en los vínculos que tejen estas redes sociales, desde los
vínculos de parentesco tanto del grupo familiar como del linaje am-
plio hasta el parentesco espiritual otorgado por el padrinazgo bau-
tismal, pasando por vínculos de paisanaje, de estudios comunes, y
los vínculos muy relevantes del patronazgo y clientelismo (González
Beltrán, 2002, pp. 189 y ss.). El patrón asistía y protegía a sus clien-
tes a cambio de la lealtad y los servicios de estos, en una estructura
podían devenir todo tipo de mercedes, y seguía por las personas de
-
Se ha puesto en valor la diferenciación entre la Corte y el
Gobierno, ya que la Corte funcionaba en un nivel político distinto,
superponiéndose a los mecanismos políticos existentes. A diferen-
cia de las instituciones formales, reguladas por el derecho, la Corte
funcionaba como una instancia concreta de poder personal, donde
clientelares, tanto entre el monarca y los cortesanos, entre los cor-
tesanos mismos, como también entre cortesanos e individuos no
pertenecientes a la Corte (González Beltrán, 2002, p. 191).
Passola también resalta las estrategias políticas personales
clientelares que las oligarquías municipales adoptaron, y que les
vincularon a la nobleza y a la Corte (Passola i Tejedor, 2002, p. 63),
-
mo. Esto que podría parecer válido sólo para grandes poblaciones y
ciudades con representación en Cortes, lo hemos visto también en
nuestra pequeña villa de Albacete.
Hablando de forma genérica, puede decirse que la «Corte» y
la «aldea», es decir el ámbito político y el ámbito local, estaban co-
-
gaba un papel importante la representación y el clientelismo cons-
María Pilar Córcoles Jiménez
PERSONAJES Y CORTESANOS EN EL ALBACETE DEL SIGLO XVI. AGENTES Y MEDIOS DE RELACIÓN ENTRE EL ÁMBITO DE LA CORTE Y UN PEQUEÑO MUNICIPIO
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truidos mediante «la presencia intermitente de agentes cortesanos
en el territorio y enviados o potentados locales en el entorno regio»
(Ruiz Ibáñez, Muñoz Rodríguez, 2002, p. 230). El Rey ocupaba el
instancia de Él, pero el acceso hasta esa fuente no siempre seguía las
vías institucionales, sino que se buscaban esas gracias y mercedes
mediante la intercesión de personajes cercanos que pudiesen abre-
viar los tiempos e incluso alcanzar lo que por las vías legalmente
establecidas no se podría alcanzar. Es evidente que el Monarca no
podía estar presente en todas las instancias de la administración,
por lo que mantener en la Corte redes de relaciones personales era
un buen recurso para acceder a las funciones arbitrales que el Rey
podía desempeñar.
contase en el entramado de la Administración para que la misma
llegase hasta el Monarca (Ruiz Ibáñez, Muñoz Rodríguez, 2002, p.
232). Aunque Albacete mantenía sus procuradores ante la Corte, no
fue extraño que en determinados asuntos de sumo interés como el
encabezamiento de impuestos, se enviase directamente a la Corte a
-
cial, como ocurrió en febrero de 1613 cuando se dio comisión espe-
cial al regidor Juan Fernández de Zafra para ir a la Corte a negociar
una gran rebaja en el encabezamiento de alcabala de Albacete, tras
unos años en los que no se había conseguido el acuerdo en la can-
tidad (Córcoles Jiménez, 2008, p. 471). Otro ejemplo en el mismo
31 de diciembre se habló sobre la necesidad de reducir la cantidad
que se le había asignado a Albacete para el pago de un servicio de
90.000 ducados, para lo cual se acordó que «se nonbre un caballero
capitular que baya a la villa de Madrid y pida se le rrebaxe / la canti-
dad que su Magestad fuere serbido»37, nombrando por unanimidad
a Juan Alonso Verruga Cano, abogado, vecino y regidor de la villa,
37 Ayuntamiento de Albacete, Sección 01 (Gobierno), 4518. Libro de actas de se-
siones municipales (1637 – 1640) (olim MUN 75), f. 262a – r.
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dolo en el interés que para todos tenía la rebaja que pudiese lograr.
Similares ejemplos encontramos para Murcia, donde los via-
jes de los poderosos locales a la Corte para activar asuntos a través
de la utilización de sus redes de relaciones clientelares, amistosas,
siglo XVII (Ruiz Ibáñez, Muñoz Rodríguez, 2002, p. 234). Las relacio-
nes con secretarios de los Consejos, abogados o procuradores resi-
dentes en la Corte se convertían en un medio de facilitar la comple-
jidad de los laberintos cortesanos y allanaban el camino para lograr
En este sentido, sin duda las relaciones de oligarcas alba-
ceteños con personajes más o menos destacados de la Corte faci-
litaron el acceso a las mercedes reales que implicaban quebrantar
sin transmitirlo pudiese ser mantenido en la familia, actuando los
a los verdaderos interesados. Las contrapartidas que se ofrecieran
a cambio de esta mediación no pueden aparecer explícitas en los
documentos, puede que fuesen pecuniarias, pero tampoco hay que
obviar otros intereses.
En los casos en los que el traspaso no tuvo por objeto solven-
tar un problema legal en la transmisión, lo que sí queda patente es la
rica red de relaciones entre los regidores de Albacete y personajes
destacados de otras poblaciones, muy bien posicionados en la Corte.
los casos que hemos descrito de «cortesanos» o personajes relevan-
-
cete. Entre ellos median no sólo décadas, sino también importan-
-
cil apreciar en ellos las motivaciones que Mauro Hernández señala
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PERSONAJES Y CORTESANOS EN EL ALBACETE DEL SIGLO XVI. AGENTES Y MEDIOS DE RELACIÓN ENTRE EL ÁMBITO DE LA CORTE Y UN PEQUEÑO MUNICIPIO
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les pudiese alcanzar como regidores de Albacete resultaría poco re-
levante en su situación, teniendo en cuenta además que no era la
(Hernández Benítez, 1986, p. 666) y en estos casos ninguno de ellos
5. A MODO DE CONCLUSIÓN
Los casos que hemos detallado nos muestran un panorama
bastante sorprendente en cuanto a la proyección que algunos no-
tables de la pequeña villa de Albacete alcanzaron entre los círculos
más cercanos a la Corte, e incluso relaciones con personajes muy
bien situados en el entorno del poder omnímodo de la Monarquía.
Sin duda en los siglos siguientes muchos naturales de Albacete au-
mentaron estas redes de relaciones clientelares y familiares, pero
estos casos nos muestran que el siglo XVI fue para Albacete una épo-
-
bién permitió que varias familias se situaran convenientemente en
relación con personas poderosas con lo que ello podría suponer de
facilidades de todo tipo, e incluso de evitar trabas legales como las
-
esperada de su ejerciente.
También se debe resaltar la luz que arrojan estos casos sobre
y alejadas de los focos de poder, eran un bien extremadamente apre-
ciado, ya que incluso un personaje como Don Bernardino de Cár-
denas, que había sido virrey, no desdeñó tomar un regimiento en
Albacete. Para el concejo de Albacete también supondría un presti-
gio contar entre sus miembros, siquiera fuese de forma nominal, a
personajes que además podrían facilitar gestiones ante la Corte si
fueran necesarias.
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APÉNDICE DOCUMENTAL
Traslado de una Real Provisión de Carlos I a Pedro
de Alderete, nombrándolo regidor perpetuo de Albacete en
gratitud a los servicios prestados a la infanta Juana.
A.H.P. AB. Municipios (Albacete), Reales Provisiones.
Caja 4653. Expediente 42.
[Cruz]
De Pedro de Alderete
Rreal de Su Magestad, ques del tenor siguiente
Don Carlos por la divina clemençia emperador senper
augusto,Rrey de Alemania, y el mismo don Carlos por la graçia de Dios
rrey de Castilla, de León, de Aragón, de las dos Siçilias, de Iherusalen,
de Navarra, de Granada, de Toledo, de Valençia, de Galizia, de Mallor-
cas, de Sevilla, de Çerdeña, de Córdoba, de Córçega, de Murçia, de Jaén,
de los Algarves, de Algezira, de Gibraltar, de las Yslas de Canaria, de las
-
nor de Vizcaya y de Molina, duque de Atenas y de Neopatria, conde de
Abstria, dux de Borgonna y de Brabante, conde de Flandes y de Tyrol,
etcoetera. Por faser bien e merçed a vos Pedro de Alderete, veedor de
amada hija, governadora destos nuestros Rreynos por absençia nues-
avéys fecho y esperamos que nos haréis, nuestra voluntad es que da-
de Albaçete en lugar e por bacaçión de Francisco de Cantos, nuestro
rregidor que fue della, por quanto es falleçido y pasado desta presente
vida, y por esta nuestra carta mandamos al Conçejo, justicia e rregi-
de Albaçete, que luego que con ella fueren rrequerydos, estando juntos
en su cabildo e ayuntamiento según que lo an de uso y costumbre,
tomen de vos el dicho Pedro de Aldrete o de quyen vuestro poder para
María Pilar Córcoles Jiménez
PERSONAJES Y CORTESANOS EN EL ALBACETE DEL SIGLO XVI. AGENTES Y MEDIOS DE RELACIÓN ENTRE EL ÁMBITO DE LA CORTE Y UN PEQUEÑO MUNICIPIO
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ello obiere, el juramento e solenydad que en tal caso se rrequyere y
-
y cosas a él anexas y conçernyentes, y os guarden y hagan guardar
todas las onrras, gracias, merçedes, / franquezas y libertades, esençio-
nes, preminençias, prorrogativas e ynmunydades y todas las otras co-
gozar, y os deven ser guardadas, y os rrecudan y hagan rrecudir con
todos los derechos y salarios y otras cosas a él anexas y pertenecientes,
y deve usar y guardar a cada uno de los otros nuestros rregidores que
an seydo y son de la dicha villa, todo byen e conplydamente en guyssa
que os no falte cosa alguna, e que en ello ni en parte dello enbargo
ni contrario alguno os no pongan ni consientan poner, que nos por
uso y exerçiçio del, y os damos poder e facultad para lo usar y exerçer,
del a quyen nuestra voluntad fuere, y mandamos que tome la rrazón
desta nuestra carta Juan de Galarça? nuestro criado, y los unos ni los
otros non hagades ni hagan ende al por alguna manera, so pena de
mayo de mil quinientos e çinquenta e çinco años […]
Fecho y sacado fue el dicho traslado de la dicha provysyón ori-
ginal, escryta en papel e sellada con un sello Rreal sobre çera colorada
ver, corregir e conçertar Andrés de Cantos rregidor, e Pedro de Cantos,
vecinos de la dicha villa, el qual fue sacado por my Miguel Sanchez del
Castillo, escriuano del conçejo e público de la dicha villa y es çierto
verdadero […]
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una Real Provisión de Carlos I a Pedro de Alderete, nom-
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de actas de sesiones municipales (1552 – 1562) (olim MUN 64).
• Ayuntamiento de Albacete, Sección 01 (Gobierno), 4511. Libro
de actas de sesiones municipales (1583 – 1592) (olim MUN 68).
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CUADERNOS%2019-20%20%281983-1984%29%20encriptado.
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LISTADO DE ABREVIATURAS
• Archivo Histórico Provincial de Albacete A.H.P.AB.
• Coordinador(es) Coord(s).
• Director(es) Dir(s).
• Editor Ed.
• Página(s) p.(pp).
• Siguientes ss.
