INVENTARIO DE BOSQUES SINGULARES Y MADUROS DE
LA MANCOMUNIDAD DE MUNICIPIOS DE LAS SIERRAS DEL
SEGURA
INVENTORY OF SINGULAR AND MATURE FORESTS FROM THE
SIERRAS DEL SEGURA COMMUNITY OF MUNICIPALITIES
Antonio Félix CARRILLO LOPEZ 1, 2
Lola ALMAGRO PÉREZ 2
Trinitario FERRÁNDEZ VERDÚ 2
Recibido: 15 de junio de 2021
Aceptado: 17 de diciembre de 2021
Cómo citar este artículo: Carrillo, A. F., Almagro, L. y Ferrández, T. 2021. Inventario de
Bosque singulares y maduros de la mancomunidad de municipios de las sierras de Segura.
Sabuco (15): 69-92
http://doi.org/10.37927/sabuco.15_4
Autor para correspondencia: Felix Carrillo felix.carrillo@ua.es
RESUMEN
Desde el año 2016 hasta 2020 se ha realizado un trabajo de reconocimien-
to de las arboledas singulares y maduras en la Mancomunidad de Municipios
de las Sierras del Segura de Albacete. Este tipo de formaciones son un buen
punto de partida para establecer un estado de conservación favorable de re-
ferencia de los ecosistemas que representan, ya que corresponden a etapas
de la dinámica forestal que, normalmente, han desaparecido por efecto del
manejo humano. Además, constituyen verdaderos nodos de biodiversidad al
conformar, en muchos casos, un ecosistema maduro que podría resultar un
paradigma de la resiliencia frente al cambio climático muy útil de cara a la
conservación y gestión forestal.
Se han tenido en cuenta 43 taxones, al menos microfanerófitos, autócto-
nos arbóreos o arbustivos, capaces de constituir vegetación climácica en la
zona de estudio, visitándose en campo las formaciones vegetales singulares,
al objeto de valorarlas y cartografiarlas, inventariándose finalmente un total
de 24 formaciones.
1 Departamento de Ciencias Ambientales y Recursos Naturales. Universidad de Alicante.
2 Sociedad de Estudios Biológicos Iberoafricanos.
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Se ha realizado una primera evaluación del estado de los bosques censa-
dos, que se presenta en el anexo II, en la que se caracterizan las arboledas
según la metodología del proyecto LIFE REDBOSQUES (Fase 1) (2015), que
se basa en indicadores cualitativos o semi-cuantitativos, permitiendo una
primera valoración del grado de naturalidad de cada bosque en una escala
de 1 a 9, resultando estar todos ellos entre el 5 y el 8, la mayor parte en un
“Nivel elevado de Naturalidad”, dichas formaciones parecen ir en progre-
sión a un estado más elevado de madurez.
Palabras clave: bosques maduros, bosques amenazados, bosques me-
diterráneos ibéricos, región biogeográfica mediterránea, biogeografía vege-
tal, gestión forestal, conservación forestal.
ABSTRACT
From 2016 to 2020, this working team has been carried the tasks to recog-
nize the singular and mature forests of the “Mancomunidad de Municipios
de las Sierras del Segura”, since these are a good starting point to establish
a favorable reference state of ecosystems conservation that they represent;
also, this groves are very scarce, considering that they correspond to stages
of forest dynamics that have normally been suppressed by human mana-
gement, constituting biodiversity nodes by forming in many cases a matu-
re ecosystem that could be a paradigm of resilience to climate change very
useful for forest conservation and management.
Forty-three taxa have been considered, at least microfanerophytes, arbo-
real or shrub autochthonous, capable of constituting climactic vegetation
in the study area, visiting the singular plant formations in the field during
2020, in order to assess and map them, finally inventorying a total of 24 for-
mations.
A first assessment of the condition of the surveyed forests has been ca-
rried out. This evaluation is presented in the annex II, where the groves are
characterized according to the LIFE REDBOSQUES Project methodology
(Phase 1), based on qualitative indicators or semi-quantitative, allowing a
first assessment of the degree of naturalness of each forest on a scale of 1
to 9, all of them are between 5 and 8, and most of them at a “High Level
of Naturalness. These groves seem to be progressing into a higher state of
maturity.
Key words: old-growth forests, threatened forests, Iberian Mediterra-
nean forests, Mediterranean biogeographic region, plant biogeography, fo-
rest management, forest conservation.
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1. INTRODUCCIÓN
La vegetación madura representada en los ecosistemas forestales del su-
reste ibérico forma parte del patrimonio natural, tal como se recoge en la le-
gislación vigente (Ley 3/2008, de 12 de junio, de Montes y Gestión Forestal
Sostenible de Castilla-La Mancha). Sin embargo, en la actualidad no existe
suficiente información sobre la ubicación concreta de gran parte de los bos-
ques maduros y arboledas singulares, así como tampoco de la estructura y
dinámica de éstos, si bien se conoce que algunos de ellos están afectados por
ciertos impactos directos o indirectos de origen antrópico (LIFE REDBOS-
QUES, 2015). Por tanto, es imprescindible reunir toda la información posible
y necesaria para, de un modo preliminar, ubicar y conocer los principales
bosques maduros (EUROPARC-España, 2017), arboledas y formaciones ar-
bustivas singulares (Rigueiro, 2005; CREAF, 2011), por su interés como reser-
vorios de biodiversidad, ya que en muchos casos conforman un ecosistema
clímax (Font Quer, 1993) o próximo a él, que podría resultar un paradigma
de la resiliencia frente al cambio climático, teniendo por estas y otras razo-
nes un gran interés científico para la gestión, así como también paisajístico,
didáctico, social e incluso, en algunos casos, cultural. Es por ello que resulta
del todo relevante para el interés público garantizar su conservación y pro-
tección.
Si bien existen referencias de bosques maduros, formaciones arbóreas
y arbustivas singulares para el territorio del sudeste estudiado en algunas
obras (Sánchez Gómez y Alcaraz, 1993; López Vélez, 1996; Carrillo et al.,
2000; Charco et al., 2008), no se había realizado todavía un inventario espe-
cífico, por lo que este trabajo se puede considerar el primer documento ad
hoc que recoge este tipo de tipologías forestales para la comarca de la Sierra
del Segura de la provincia de Albacete, siendo el objetivo del presente trabajo
determinar las más significativas de dicho territorio.
Atendiendo a los datos mencionados anteriormente, se puede determinar
el grado de naturalidad (EUROPARC-España, 2019), en el que se encuentran
estas formaciones singulares (tabla 1, anexo II) y, en consecuencia, mejorar
así la planificación, protección y gestión de las mismas (Nocentini, 2010).
Conforme a esto, se cumple así con lo establecido en el artículo 35 de la Ley de
Montes y Gestión Forestal Sostenible de Castilla-La Mancha, que tiene como
objeto garantizar la protección, conservación, difusión, fomento, investiga-
ción y acrecentamiento del patrimonio arbóreo castellano-manchego, abar-
cando tanto a los ejemplares aislados, como a las arboledas o conjuntos que
contengan varios especímenes arbóreos.
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2. MATERIAL Y MÉTODOS
La comarca de la Sierra del Segura de Albacete, englobada en la Manco-
munidad de Municipios de las Sierras del Segura, abarca los términos muni-
cipales de: Ayna, Bogarra, Elche de la Sierra, Férez, Letur, Liétor, Molinicos,
Nerpio, Paterna del Madera, Riópar, Socovos y Yeste, incluyendo enclavados
municipales que están dentro de ella de los municipios de Alcaraz y Vianos
(figura 1). Constituye un extenso territorio de 2672 km2, ubicados en el su-
roeste de la provincia de Albacete. Es un territorio de vocación forestal, sobre
todo en los municipios de mayor altitud. En dicha área se han inventariado
una serie de bosques singulares de elevado valor ecológico. Se trata de una
primera aproximación en la que se han considerado 24 formaciones foresta-
les (tabla 2) que han sido seleccionadas teniendo en cuenta su nivel de natu-
ralidad (tabla 1) y taxones directriz-ces que las componen (tabla 3), conside-
rando también los comentarios personales de distintos técnicos expertos en
la materia. Se recogen, pues, para cada una de las especies consideradas, los
bosques más relevantes conocidos que se encuentran distribuidos por toda
la comarca segureña albacetense (figura 1).
Figura 1. Bosques maduros y singulares localizados en la comarca de la Sierra del Segura de
Albacete.
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Para inventariar y cartografiar los bosques maduros, arboledas y forma-
ciones arbustivas singulares se han revisado diversas fuentes bibliográficas
previas que contenían cierta información al respecto (Sánchez Gómez y Al-
caraz, 1993; López Vélez, 1996; Carrillo et al., 2000; Charco et al., 2008), se
ha contactado con los Agentes Medioambientales de Castilla-La Mancha que
trabajan en el territorio estudiado, así como también personal técnico fun-
cionario de dicha administración, teniéndose en cuenta además la opinión
de personas residentes en el territorio, expertos conocedores de los bosques
de este, así como los conocimientos previos de los autores del presente tra-
bajo. Por lo demás, se han realizado visitas de campo para la toma de datos in
situ. En cada una de ellas se ha recogido información que refleja en las tablas
del anexo II, en las que se caracterizan las arboledas según la metodología
del Proyecto LIFE REDBOSQUES (2015) (anexo I), para obtener, finalmente,
como resultado de la aplicación de este método un grado de naturalidad que
oscila del 1 al 9 (tabla 1).
Baja naturalidad 1 a 3
Con tendencia a la naturalidad 4 a 6
Nivel elevado de naturalidad 7 a 9
Tabla 1. Grados de naturalidad de los bosques (LIFE REDBOSQUES, 2015).
De igual modo, para ubicar y delimitar con la mayor exactitud posible las
áreas ocupadas por dichas formaciones vegetales se ha empleado un disposi-
tivo GPS con precisión métrica, así como el posterior procesado de los datos
sobre fotografía aérea georefenciada. Con la información recogida se ha ela-
borado una capa digital en formato shapefile georreferenciada, utilizando el
sistema de coordenadas European Datum ETRS89. Con dicha información se
han cartografiado los planos donde se reflejan los perímetros de cada bosque
singular (anexo IV) y se ha realizado también fotografías de cada uno de ellos
(anexo IV).
Para elaborar el listado de taxones a considerar se ha tenido en cuenta
que cada uno de los bosques maduros o singulares debe incluir como taxón
principal o directriz, al menos, alguno de los 43 incluidos en el anexo III, pre-
sentes en el territorio albaceteño de modo natural, en concreto, se trata de
los taxones autóctonos arbóreos forestales más representativos de la zona
estudiada (Charco et al., 2008) (Tablas 2 y 3). De ellos, algunas especies son
consideradas, a lo sumo, pequeños árboles, pero se tiene constancia que ge-
neran formaciones de tipo climácico en el territorio (López Vélez, 1996). Para
tener en cuenta a una especie como árbol, se han considerado los taxones
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según Flora iberica (Castroviejo et al., 1986-2021) y la definición de árbol del
Grupo Global de Especialistas en Árboles (GTSG, por sus siglas en inglés), de
la UICN, que define un árbol como “una planta leñosa con un solo tallo que
crece hasta una altura de al menos dos metros, o si tiene varios tallos, enton-
ces al menos un tallo vertical de cinco centímetros de diámetro a la altura del
pecho” (Beech et al., 2017). En cualquier caso, se trata al menos de microfane-
rófitos, es decir, plantas con yemas de reemplazo a más de 2 metros de altura
(Raunkiær, 1934) en condiciones óptimas.
NOMBRE DE LA FORMACIÓN ESPECIE/S DIRECTRIZ MUNICIPIO/S
Acereda del Rincón del Tejo Acer granatense Boiss Nerpio
Almecinera del Cerro del Agua Celtis australis L.
Pistacia terebinthus Scop.
Elche de la Sierra
Carrascal del Majal Quercus rotundifolia Lam. Riópar
Chopera de Castillicos-La Hoya Populus nigra L. Férez-Elche de la
Sierra
Chopera de Los Alejos Populus nigra L.
Fraxinus angustifolia Vahl.
Ayna-Boga-
rra-Molinicos
Enebral de Rivelte Juniperus oxydecrus subsp.
badia H.Gay
Yeste
Fresneda de Arroyo de los Endri-
nales
Fraxinus angustifolia Vahl. Paterna del
Madera
Fresneda-mimbrera de Vizcaí-
nos-Los Cárcabos
Fraxinus angustifolia Vahl.
Salix fragilis L.
Ayna-Bogarra
Madroñal de Catarroya-Breña del
Muerto
Arbutus unedo L. Yeste
Melojar de la Torca Quercus pirenaica Willd. Vianos
Pinar blanco del Castillico Pinus nigra J. F. Arnold Paterna del
Madera
Pinar blanco del Encebrico Pinus nigra J. F. Arnold Paterna del
Madera
Pinar carrasco de Las Aliagas Pinus halepensis Mill. Ayna
Pinar de Cuerda del Cerezo Pinus halepensis Mill.
Pinus pinaster Aiton
Férez-Letur
Pinar negral de Cañada del Proven-
cio
Pinus pinaster Aiton Molinicos
Pinar negral de Cerro de las Majadas Pinus pinaster Aiton Bogarra
Pinar negral del Padrastro Pinus pinaster Aiton Bogarra
Quejigal de Casas del Arroyo Quercus faginea Lam. Socovos
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NOMBRE DE LA FORMACIÓN ESPECIE/S DIRECTRIZ MUNICIPIO/S
Quejigal-Acereda de Coto de la Mina Quercus faginea Lam.
Acer granatense Boiss.
Riópar
Sabinar albar de Fuente de la Sabina Juniperus thurifera L. Letur
Sabinar albar de Pedro Andrés Juniperus thurifera L. Nerpio
Sarguera del Zarzalejo Salix atrocinerea Brot. Nerpio
Tarayal del Talave Tamarix gallica L. Liétor
Tejeda del Padroncillo Taxus baccata L. Riópar
Tabla 2. Nombre del bosque maduro o singular, especie/s directriz/ces y municipio al que
pertenece.
Por lo demás, se ha considerado como “bosque maduro”, aquel que con-
tiene árboles grandes, viejos, y de diversas edades, con troncos muertos en
suelo y en pie, donde se pueden observar todos los procesos de la bioceno-
sis que permiten que ésta funcione de modo adecuado (Hilbert y Wiensczyk,
2007; Wirth et al., 2009). En caso de faltarle alguno de estos atributos la for-
mación ha sido considerada “próxima a la madurez” o “singular”.
Nº
Nº
1. Acer granatense Boiss 210. Populus nigra L. 2
2. Arbutus unedo L. 111. Quercus faginea
Lam.
2
3. Celtis australis L. 112. Quercus rotudifolia
Lam.
1
4. Fraxinus angustifolia Vahl. 213. Quercus pyrenaica
Willd.
1
5. Juniperus oxycedrus subsp.
badia H. Gay
114 Salix atrocinerea
Brot.
1
6. Juniperus thurifera L. 215. Salix fragilis L.. 1
7. Pinus halepensis Mill. 216. Tamarix gallica L. 1
8. Pinus nigra J.F.Arnold 217. Taxus baccata L. 1
9. Pinus pinaster Aiton 3
Tabla 3. Listado de especies clave y nº de bosques maduros o singulares en que alguna de
ellas es directriz o codirectriz.
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En lo que respecta a la fauna (mamíferos no quirópteros y aves), para la
elaboración del listado (tabla 5) se llevaron a cabo transectos lineales en to-
dos los bosques de una longitud variable entre 250 y 1000 m (al menos 1 por
espacio estudiado), para la identificación de especies de aves de interés para
su conservación y otro, al menos, para la identificación de posibles rastros y
huellas de mamíferos. En los casos en los que se detectó algún rastro o huella
identificables, pero fuera de transecto, de alguna especie de los grupos estu-
diados, también fue incluida. Al mismo tiempo, se establecieron en 23 esta-
ciones de foto-trampeo (al menos una en los bosques que se consideró nece-
sario) en el mismo número de bosques, a excepción del Quejigal del Arroyo.
Todo ello en base, al menos, a uno de los siguientes criterios: a) tamaño mí-
nimo del bosque, dado que para aquellos bosques con una superficie infe-
rior a un número mínimo de hectáreas (1 ha fue establecida), se consideró
la ausencia de entidad ambiental suficiente para contener, de forma más o
menos estable y dentro de su ámbito de distribución, población estructura-
da alguna de los taxones potencialmente presentes; b) contraste de singu-
laridad espacial, por la que fueron descartados además aquellos bosques
que no representaban un elemento de contraste ecológico suficientemente
acusado con el entorno inmediato, como para albergar, de forma expresa y
al menos por un periodo indeterminado de tiempo, algunos de los taxones
potencialmente presentes. Las cámaras se mantuvieron activas durante las
24 horas, un total de 15 días consecutivos. Fueron cebadas con sardinas en
aceite y como atrayente oloroso se usó valeriana (Valeriana officinalis) (Fe-
rreras et al., 2013).
3. RESULTADOS
Se han inventariado un total de 24 formaciones singulares, 14 bosques
maduros, 9 próximos a la madurez y una arboleda singular (anexo II). Del
total de 12 municipios que componen la comarca de la Sierra del Segura de
Albacete, todos contienen, al menos, una formación madura o singular. Ade-
más, se ha ubicado un magnifico bosque de robles melojos (Q. pyrenaica) en
el municipio de Vianos, dentro un enclavado en el marco de la comarca (Ca-
rrillo et al., 2018).
La mayor parte de las formaciones se ubican por encima de los 1000 me-
tros de altitud sobre el nivel del mar (m s. n. m.), en concreto 16 del total de 24,
siendo la altitud media de ubicación 1065 m s. n. m. De hecho, con respecto a
dicho parámetro, se observa que por debajo de los 500 m s. n. m. sólo aparece
1 formación. Por otro lado, 6 (25 %) están asociadas a la presencia de agua en
el freático; el resto de bosques singulares del territorio reciben, en general,
más de 350 (400) mm de precipitación, puesto que la representación de terri-
torio semiárido (Rivas-Martínez et al., 2011), donde no sería posible el desa-
rrollo de un bosque que no fuese de pino carrasco (Pinus halepensis Mill.), es
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muy escasa y sólo se da en los encajes del río Segura y el río Mundo hasta las
presas de La Fuensanta y Talave, respectivamente. Además de la precipita-
ción recibida debido al macroclima general de la zona y el agua presente en el
freático, también hay que tener en cuenta la exposición solana/umbría como
factor determinante de la vegetación del territorio.
En las figuras 2 y 3 se han computado todos las bosques maduros o singu-
lares presentes en cada municipio (sean o no compartidos con otro término
municipal contiguo). Aquellos municipios marcados con un asterisco (*) son
los que comparten algún bosque con otro consistorio vecino, habiéndose éste
computado en ambos.
Las localidades con mayor cantidad de formaciones son Nerpio y Pater-
na del Madera, donde se contabilizan 3, Ayna y Bogarra se encuentran en
similar situación, pero compartiendo alguno de sus bosques con otros muni-
cipios, Yeste y Riópar tendrían 2 bosques maduros o singulares en cada uno
de sus municipios. En lo que se refiere a superficie, es el quejigal-acereda del
Coto de la Mina con 409,82 ha en Riópar es el bosque maduro de mayor ex-
tensión, seguido por el sabinar albar de Fuente Sabina en Letur (329,50 ha).
En cualquier caso, sin menoscabo del segundo, el primero constituye una
circunstancia casi excepcional de conservación de bosque caducifolio en la
comarca, componiendo la más extensa y una de las mejores representaciones
de este tipo de bosque en todo el macizo de Cazorla-Segura-Alcaraz, junto al
Melojar de la Torca (97,46 ha) en un enclavado de Vianos, si bien este último
tiene menor superficie.
Figura 2. Nº de bosques maduros o singulares que presenta cada municipio. Marcado con
asterisco (*) aquel consistorio que comparte, al menos, una formación de las que se ha tenido
en cuenta con otro, habiéndose ésta computado en ambos.
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Respecto a la naturalidad, como es sabido, en la cuenca del Mediterráneo
es prácticamente imposible encontrar bosques primarios, pues la alteración
de estos ha ido in crescendo desde el principio del Holoceno, sobre todo des-
de que la agricultura y la ganadería, así como también la minería, se iban
implantando en el territorio (Carrión et al., 2007). En cualquier caso, en una
escala del 1 al 9, siendo los intervalos los considerados en metodología de
LIFE REDBOSQUES (2015): “baja naturalidad” (1 al 3), “con tendencia a la na-
turalidad” (4 al 6) y “nivel elevado de naturalidad” (7 al 9), todos los bosques
estudiados estarían al menos en el intervalo medio, es decir tipificados “Con
tendencia a la naturalidad”, en concreto 9 formaciones, y las otras 15 estarían
en el intervalo máximo, es decir, con un “Nivel elevado de naturalidad”, para
más detalle ver tabla 4 y anexo II.
En lo que se refiere a la conservación, teniendo en cuenta las amenazas de
cada una de las 24 formaciones singulares, la que con más frecuencia aparece
son posibles turnos de corta demasiado recurrentes y no realizados de modo
adecuado, que sería la principal afección en todos los pinares inventariados
(7); prácticamente a la par como amenaza estaría el abandono de la ganadería
trashumante (6 bosques), en tercer lugar estaría la introgresión de Populus
nigra con variedades cultivadas de chopos madereros (4 bosques).
Figura 3. Municipios de las Sierras del Segura indicando el porcentaje (%) de bosques
maduros o singulares que detentan del total. Marcado con asterisco (*) aquel consistorio que
comparte, al menos, una formación con otro, habiéndose ésta computado en ambos.
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NOMBRE DE LA FORMACIÓN VALORACION
Acereda del Rincón del Tejo 6
Almecinera de Cerro del Agua 6
Carrascal del Majal 8
Chopera de Castillicos-La Hoya 7
Chopera de Los Alejos 8
Enebral de Rivelte 6
Fresneda de Arroyo de los Endrinales 7
Fresneda-mimbrera de Vizcaínos-Los Cárcabos 8
Madroñal de Catarroya-Breña del Muerto 6
Melojar de la Torca 8
Pinar blanco del Castillico 6
Pinar blanco del Encebrico 6
Pinar carrasco de Las Aliagas 8
Pinar de Cuerda del Cerezo 7
Pinar negral de Cañada del Provencio 8
Pinar negral de Cerro de las Majadas 6
Pinar negral del Padrastro 8
Quejigal de Casas del Arroyo 6
Quejigal-acereda del Coto de la Mina 8
Sabinar de Fuente de la Sabina 7
Sabinar de Pedro Andrés 7
Sarguera del Zarzalejo 8
Tarayal del Talave 8
Tejeda del Padroncillo 5
Tabla 4. Grado de naturalidad obtenidos para los distintos bosques.
Con el propósito de mejorar la caracterización de los bosques inventaria-
dos, se ha incluido un inventario, así como una breve descripción de la co-
munidad de fauna presente en cada uno de estos espacios o en su área de
influencia.
Solo se han considerado dos de los grupos de vertebrados posibles a es-
tudiar: mamíferos (no quirópteros) y aves, por tratarse de aquellos que me-
jor pueden orientar del estado de madurez y conservación de los distintos
bosques (Schwendtner y Cárcamo, 2010). Entre los mamíferos y las aves se
encuentran los taxones que ocupan una posición más elevada en la estructu-
ra trófica de cualquier comunidad completa, por lo que su riqueza específi-
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ca, tanto como la estructura de sus comunidades, han sido tradicionalmente
consideradas buenos indicadores del estado de conservación de los hábitats
en una primera aproximación (Boitani y Powell, 2012). A su vez, y dentro de
estos dos grupos, se han considerado solo las especies que presentan interés
en su conservación, prescindiendo de las especies alóctonas, y de las cine-
géticas. En la figura 4 aparecen el nº de bosques singulares en los que han
aparecido las especies de mamíferos inventariadas.
Un total de 10 taxones de mamíferos (no quirópteros) y 16 de aves han sido
identificados en los 24 espacios estudiados. A continuación, se lista el catálo-
go completo de dichas especies, todas de evidente valor ecológico o de con-
servación para la biodiversidad, dada la inclusión del 30% de los mamíferos y
el 93,75% de las aves identificadas al memos en el Listado de Especies Silves-
tres en Régimen de Protección, Catalogo Nacional de Especies Amenazadas
(Real Decreto 139/2011, de 4 de febrero (tabla 5).
MAMÍFEROS
Musaraña (Crocidura sp.)
Erizo europeo (Erinaceus europaeus Linnaeus, 1758)
Garduña (Martes foina Erxleben, 1777 )
Gato montés (Felis silvestris Schreber, 1777)
Gineta (Genetta genetta Linnaeus, 1758)
Nutria (Lutra lutra Linnaeus, 1758)
Rata de agua (Arvicola sapidus Miller, 1908)
Tejón (Meles meles Linnaeus, 1758)
Topillo de Cabrera (Iberomys cabrerae Thomas, 1906)
Topillo mediterráneo (Microtus duodecimcostatus de Sélys-Longchamps, 1839)
AVES
Águila calzada (Hieraetus pennatus Gmelin, 1788)
Aguiluchos (Circus sp.)
Autillo (Otus scops Linnaeus, 1758)
Bisbitas (Anthus sp.)
Cernícalo vulgar (Falco tinnunculus Linnaeus, 1758)
Chova piquirroja (Pyrrhocorax pyrrhocorax Linnaeus, 1758)
Cuervo (Corvus corax Linnaeus, 1758)
Currucas (Sylvia sp.)
Gavilán (Accipiter nisus Linnaeus, 1758)
Martín pescador (Alcedo atthis Linnaeus, 1758)
Mirlo acuático (Cinclus cinclus Linnaeus, 1758)
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Mochuelo (Athene noctua Scopoli, 1769)
Oropéndola (Oriolus oriolus Linnaeus, 1758)
Reyezuelo listado (Regulus ignicapilla Temminck, 1820)
Ruiseñor bastardo (Cettia cetti Temminck, 1820)
Trepador azul (Sitta europea Linnaeus, 1758)
Tabla 5. Mamíferos (no quirópteros) y aves inventariadas.
Entre los 10 taxones de mamíferos detectados los grupos mejor represen-
tados son los carnívoros con 5 especies, seguida de los roedores con 3 y 2 de
insectívoros (Orden Eulipotyphla).
La garduña con presencia en 22 de los 24 espacios estudiados es la especie
mejor representada, con una frecuencia relativa (FR = 0.91), expresada como
nº de bosques en los que ha aparecido dividido por el nº total de formaciones.
A continuación, aparece la gineta con una presencia de 21 bosques (FR = 0.87)
y el tejón con 15 (FR = 0.62). Entre las peor representadas encontramos los 4
taxones de micromamíferos: las dos especies de topillos (Iberomys cabrerae y
Microtus duodecimcostatus), la rata de agua (Arvicola sapidus) y las musara-
ñas (Crocidura sp.) (ver figura 4). Estas frecuencias son coincidentes con las
observadas en otros trabajos realizados por los autores en el Parque Natural
de Los Calares del Mundo y de La Sima (datos no publicados).
Para el análisis comparado de las comunidades de mamíferos presentes
en cada uno de los espacios se han agrupado éstos en 5 categorías atendiendo
a su estructura física básica:
a) Bosques de ribera (fresnedas, choperas, mimbreras, abedulares,
aceredas, baladrales, tarayales, sargueras y saucedas).
b) Bosques arborescentes cerrados (encinares, quejigares, pinares y
almecinares).
c) Bosques arborescentes abiertos (melojares, sabinares y tejedas).
d) Bosques arbustivos cerrados (madroñal).
e) Bosques arbustivos abiertos (enebrales).
A tenor de los resultados (figura 5) son los bosques arborescentes cerrados
representados por encinares, quejigares, pinares y almecinares, los que pre-
sentan un mayor número de especies, lo que supone una mayor diversidad
específica. El Carrascal del Majal con 7 taxones, seguido del Melojar de la Tor-
ca con 6 son los mejor representados, en valores similares se sitúa el Queji-
gal-Acereda del Coto de la Mina, pero éste precisa un muestreo más detallado
dada su gran extensión (409,82 ha). Entre los bosques de ribera, la Fresneda
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del Arroyo de los Endrinales contienen la mayor riqueza de especies con 5,
igual cantidad de taxones que el único bosque arbustivo cerrado estudiado:
el Madroñal de Catarroja-Breña del Muerto.
Figura 4. Nº de bosques maduros o singulares en los que han aparecido las especies de ma-
míferos inventariadas.
Figura 5. Riqueza de mamíferos en los bosquetes estudiados.
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INVENTARIO DE BOSQUES SINGULARES Y MADUROS DE LA MANCOMUNIDAD DE MUNICIPIOS DE LAS
SIERRAS DEL SEGURA
Entre los de menor riqueza de especies destacan el Sabinar Albar de Pedro
Andrés con una sola especie y el Enebral de Rivelte en el que no se ha detec-
tado ninguna.
4. DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES
A través del presente trabajo ha resultado evidente la gran diversidad exis-
tente en cuanto a especies y tipologías fisionómicas de bosques maduros, ar-
boledas y formaciones arbustivas singulares en la comarca de Sierra del Se-
gura. Ello ha permitido cartografiar un total de 24 bosques pero, teniendo en
cuenta que se trata del primer inventario técnico realizado al respecto, sería
posible en futuras actualizaciones ampliar este número de agrupaciones. Se
observa que la zona occidental del territorio de estudio, al ser la que mayor
cantidad de precipitaciones recibe, generalmente por encima de los 500 mm
de media anual, es la que presenta un número más elevado de bosques ma-
duros, pues se halla también a mayor altitud media, a más de 1000 m s. n.
m. (figura 1), lo que influye en temperaturas medias más bajas y una menor
evapotranspiración. Del mismo modo, los biotopos con compensación hídri-
ca por vía edáfica para la vegetación permiten o facilitan la implantación de
6 bosques (25 % del total), de hecho paradójicamente, éstos aparecen en las
zonas más áridas de la comarca.
Es de destacar el valor, a nivel europeo y del estado español, de formacio-
nes como la Tejeda del Padroncillo, en Riópar, un bosque de tejos en clima
mediterráneo, cuyo biotopo fue desapareciendo como consecuencia de la ac-
tividad agroforestal del pasado hasta casi hacerlo extinguirse del territorio.
Se puede considerar este impacto como grave, si se tiene en cuenta que el
hábitat en la Región Biogeográfica Mediterránea (Rivas-Martínez et al., 2011)
sólo aparece en toda Europa en escasas zonas de la península ibérica, Grecia
e Italia (Serra, 2009), donde ha sufrido similar suerte que en la comarca se-
gureña estudiada, de hecho en el área de clima mediterráneo de Portugal la
especie se ha extinguido (Carrillo et al., 2010).
Por lo demás, en relación al cambio climático que atenaza especialmente
el sudeste ibérico, es de destacar la presencia de pequeñas formaciones sin-
gulares confinadas que serían las amenazadas al elevarse la temperatura y
reducir la precipitación, como es el caso de aceredas, quejigares y melojares
(Carrillo et al., 2018). Las tres se ubican a modo de islas en las zonas de ma-
yor altitud y precipitación de algunas de las montañas de la comarca segure-
ña estudiada, como sería el caso de la Acereda-Quejigal del Coto de la Mina
(Riópar), Acereda del Rincón del Tejo (Nerpio), o Melojar de la Torca (Vianos).
Todas las formaciones con estas especies como directrices se encuentran en
zonas con precipitaciones superiores a los 600 mm anuales, si bien el Queji-
gal de las Casas del Arroyo (Socovos) se ubica en una zona con menos de 500
mm, pero recibe compensación hídrica por vía edáfica.
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Antonio Félix CARRILLO LOPEZ, Lola ALMAGRO PÉREZ, Trinitario FERRÁNDEZ VERDÚ
Por otra parte, la mayor proporción de bosques singulares y maduros,
con casi un 30 % del total inventariado, corresponde a los pinares de las tres
especies más significativas de la Iberia mediterránea: pino carrasco (Pinus
halepensis Mill.), pino rodeno (Pinus pinaster Ayton) y pino blanco o laricio
(P. nigra J. F. Arnold). En general, se trata de bosques ubicados en zonas de
pendiente con litosuelos, que están acompañados por roquedos donde se
han podido refugiar por su inaccesibilidad (al menos parcialmente) de la ex-
plotación forestal multisecular del territorio (Sánchez Gómez y Alcaraz, 1993;
López Vélez, 1996).
En cuanto a la naturalidad del conjunto, ver anexo II, ha quedado paten-
te que aplicando la metodología explicitada, dado los resultados obtenidos,
los bosques analizados presentan, en general, una alta tasa de naturalidad,
puesto que en una escala del 1 al 9 (LIFE REDBOSQUES, 2015), todas la for-
maciones se encuentran entre los valores 5 a 8, dentro de los intervalos tipifi-
cados como “Con tendencia a la Naturalidad” un 37,5 % de ellos, y “Nivel ele-
vado de Naturalidad” un 62,5 %. Es decir, se puede concluir que el inventario
de bosques realizado es oportuno como paradigma de un estado ambiental
adecuado de las respectivas biocenosis que representan (Wirth et al., 2009).
El estado en dichas formaciones parece ir en progresión a un nivel más ele-
vado de madurez, si por ejemplo se comparan coberturas de vegetación ob-
servables en la ortofotografía del vuelo americano de los años 1956-1957 (IGN,
2022), con una ortoimagen del Plan Nacional de Ortofotografía Aérea de 2019
(IGN, op. cit.), se puede observar que para los bosques considerados han au-
mentado considerablemente las densidades y diámetros de copa de los árbo-
les, salvo en lugares puntuales por razones antrópicas (aprovechamientos)
o, en determinados casos naturales (incendios no antropogénicos), si bien
estos últimos deberían ser asumidos como parte de los procesos que regulan
los ecosistemas.
Reseñar también que en un futuro se espera seguir aumentado este pri-
mer censo de bosques singulares. Si bien ciertos territorios de los que, a prio-
ri, se esperaba una mayor aportación al censo de bosques maduros, no han
resultado tan representativos por el hecho de que suelen estar bajo un in-
tenso régimen de aprovechamiento maderero que no permite el desarrollo
de un bosque maduro o singular, apropiado para ser tenido en cuenta en el
presente censo, circunstancia que refuerza la premisa conocida para zonas
de clima mediterráneo, de que el principal factor moderador del paisaje en
el territorio ha sido el hombre y su actividad (Carrión et al., 2007). Además
de lo anterior, sobre todo para los caducifolios no dependientes del freático,
el aumento de herbivoría natural por ungulados (cabra montés, ciervo, etc.)
está condicionando en gran medida el regenerado de formaciones como la
Tejeda del Padroncillo, Acereda del Rincón del Tejo y, en general, todas las
formaciones deciduas no freatófilas.
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INVENTARIO DE BOSQUES SINGULARES Y MADUROS DE LA MANCOMUNIDAD DE MUNICIPIOS DE LAS
SIERRAS DEL SEGURA
Respecto a la fauna, cabe concluir que se han observado notables diferen-
cias respecto a la riqueza de especies de interés para la conservación de ma-
míferos (no quirópteros) entre las distintas formaciones boscosas. Resultan-
do los bosques estratificados cerrados, los que parecen presentar una mayor
diversidad y los bosques arbustivos abiertos los de menor. Dado que las espe-
cies detectadas son 5 potenciales presas (roedores e insectívoros) y 5 poten-
ciales predadores (carnívoros), la presencia de estas especies y, por tanto, la
riqueza específica de los bosques se va a ver muy influida por la abundancia
de semillas, frutos, pequeños invertebrados y, en general, aquellos recursos
tróficos típicamente consumidos por roedores e insectívoros. La ausencia de
estos recursos en los espacios arbustivos abiertos, significativamente menor
que en el resto de formaciones definidas, debe haber contribuido a la baja
detectabilidad de estas especies y, en consecuencia, de sus potenciales pre-
dadores carnívoros.
Finalmente, como medida de gestión básica, sería interesante incentivar
económicamente a los propietarios de las superficies propuestas en el pre-
sente trabajo para que, permitiendo un aprovechamiento que se estime com-
patible y a veces necesario (p. ej. ganadería trashumante, ciertas claras...),
sea posible alcanzar el estado de madurez de todos los bosques singulares
propuestos.
AGRADECIMIENTOS
A nuestros colegas y amigos: Belén Miras, Jorge Escudero, Marta Escude-
ro, José Cortés, Brígida Carvalho y Basilio Ruzafa. A los Agentes Medioam-
bientales de Castilla-La Mancha, en especial a José Pozo y José Romero, así
como los técnicos de Medio Natural de la Junta de Comunidades de Casti-
lla-La Mancha, Beatriz Serantes y Antonio Catalán. Al Instituto de Estudios
Albacetenses por sufragar parte del trabajo de campo a través de la ayuda a la
investigación del año 2019.
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Antonio Félix CARRILLO LOPEZ, Lola ALMAGRO PÉREZ, Trinitario FERRÁNDEZ VERDÚ
ANEXO 1
IDENTIFICACIÓN DE RODALES MADUROS
DE REFERENCIA
Redbosques | redbosques@fungobe.org | www.redbosques.eu
Life Redcapacita_2015 (LIFE15 GIE/ES/000809) | Grupo de bosques Europarc España
Documento basado en la experiencia de identificación de rodales de referencia realizadas en Aragón y Castilla la Mancha.
Fase 1: Prospección de rodales
DATOS GENERALES1Datos restringidos [ ]
Nombre Comunidad autónoma
Provincia Término municipal
Propiedad Pública [ ] Privada [ ] Propietario
Coord. centrales (ETRS89)
Huso __ __
UTM x (m) __ __ __ __ __ __
UTM y (m) __ __ __ __ __ __ __
Área (ha)
HÁBITAT2
CORINE/LPEHT Código 4 __.__ __ __ Nombre
Interés comunitario Código 9 __ __ __ Nombre
Región biogeográfica Alpina [ ] Atlántica [ ] Mediterránea [ ] Macaronésica [ ]
MUESTREO3
Fecha _ _ /_ _ /_ _ _ _ Equipo Tiempo empleado (min.)
TIPO DE BOSQUE4
Descripción de las características de madurez:
VALORACIÓN
5
Respuestas afirmativas
A
Rodal con pocos indicios de naturalidad
de 1 a 3
B Rodal con algunos indicios de naturalidad de 4 a 6
C Rodal con muchos indicios de naturalidad de 7 a 9
NATURALIDAD
6
Rodal
Composición
Especies arbóreas en el dosel
7
¿Número de especies arbóreas mayor de 1?
Código
Especie
Código
Especie
Otras especies acompañantes (subpiso y/o regeneración)
Complejidad
Diversidad estructural
8
¿Forma de la masa irregular?
Estructura
Presencia Regular []Semirregular [ ] Irregular [ ] Adehesada [ ]
Estratos verticales arbóreos
9
¿Número de estratos mayor de 2?
Estrato
FCC
≥
20% Inferior (0
≤
H < 1/3Ho) [ ] Intermedio (1/3Ho
≤
H < 2/3Ho) [ ] Superior (2/3Ho
≤
H < Ho) [ ]
1Datos administrativos y de localidad del rodal. | Si los datos son restringidos y no susceptibles de ser publicados. | La superficie del rodal, en caso de ser posible, se estimará
sobre orto. |Coordenadas del punto central del rodal siempre indicadas en la proyección ETRS89 y anotando el huso. |
La superficie del rodal, en caso de ser posible se
estimará sobre orto.
2Hábitat principal al que corresponde el rodal según las especies arbóreas principales. | Códigos y nombres para la clasificación CORINE/LPEHT y de Interés Comunitario (HIC).
Consultar las listas en los anexos del manual.
3Datos relativos a la fecha de muestreo y el personal que lo ha realizado (al menos el responsable del equipo de campo). |Tiempo empleado para el reconocimiento. D
edicar
para ello al menos de 20 a 30 minutos, haciendo una visita completa.
4Descripción en una frase indicando las características más reseñables que hacen que se pueda considerar de interés. Por ejemplo: pinar maduro con abundantes
árboles
añosos y presencia de madera muerta.
5Grado de naturalidad del rodal en función del número de respuestas afirmativas a cada pregunta.
6Datos referidos al rodal tomados tras su reconocimiento general según el caso. |Responder a las preguntas planteadas a la derecha de cada uno de los indicadores basándose
en los datos anotados en cada apartado.
7Especies arbóreas autóctonas integrantes del dosel general de copas del rodal, y de las capaces de integrarse en el futuro, incluidas aquellas con poca representación y en
cualquier estado de desarrollo.| Para una referencia posterior en la ficha, indicar un código único para cada especie.
8Estructura general de la masa en función de la variedad de tamaños de árboles de acuerdo con: regular (masa en la que el 90% de los pies pertenecen a la misma clase
de
diámetro s), semirregular (el 90% de los pies pertenecen a 2 clases de diámetros), irregular (el 90% de los pies pertenecen a más de 2 clases de diámetros) yadehesada
(co n
pies de gran tamaño, bajo porte y dispersos y en una matriz de pies mucho más pequeños).
9Estratos de vegetación arbórea presentes (tal y como se ha definido en la composición de especies arbóreas), con una presencia al menos de un 20% de fracción de cabida
cubierta, para cada estrato. Se establecerán mentalmente 3estratos teniendo en cuenta la altura dominante del dosel de copas.
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INVENTARIO DE BOSQUES SINGULARES Y MADUROS DE LA MANCOMUNIDAD DE MUNICIPIOS DE LAS
SIERRAS DEL SEGURA
Identificación de rodales maduros de referencia | Fase I: Prospección de rodales
Ficha: Redbosques_Fase1Prospeccion_Ficha_V8.190514.DOCX
Senectud
Árboles excepcionales
10
¿Hay pies de diámetro normal mayor al diámetro excepcional?
Cód. sp
Ho (m)
De (cm)
Diámetros (cm)
Madera muerta en pie
11
¿Número de pies medio/gruesos muertos por hectárea mayor de 2?
Núm. de pies 0 [ ] 1 [ ] 2 [ ] 3-5 [ ] 6-10 [ ] 11-20 [ ] 21-50 [ ] 51-80 [ ] >80 [ ]
Madera muerta en suelo
12
¿Número de troncos medio/gruesos muertos por hectárea mayor de 2?
Núm. de troncos 0 [ ] 1 [ ] 2 [ ] 3-5 [ ] 6-10 [ ] 11-20 [ ] 21-50 [ ] 51-80 [ ] >80 [ ]
Microhábitats
Microhábitats en pies vivos
13
¿Número de tipos de microhábitats (en al menos 2 pies/ ha) mayor de 2?
Microhábitats
Presencia en
≥2 pies/ha
Cavidades
de pícidos
Otras
cavidades
Daños y
heridas
Madera
muerta
Corteza Formas de
crecimiento
Hongos Epífitas Nidos Otros
[ ] [ ] [ ] [ ] [ ] [ ] [ ] [ ] [ ] [ ]
Dinámica
Huecos en el dosel14 ¿Hay huecos (>100 m2) por caída de árboles
?
Al menos 1 hueco
Caída natural de árbol [ ]
Alud [ ]
Incendio [ ]
Canchal, roquedo [ ]
afloramiento [ ]
Encharcamiento [ ]
Regenerado avanzado15 ¿Ocupación del regenerado mayor de 5%
?
FCC (%)
0 [ ]
1 [ ]
2 [ ]
3-5 [ ]
6-10 [ ]
11-20 [ ]
21-50 [ ]
51-80 [ ]
>80 [ ]
HUELLA HUMANA16
Antigua
Usos agropastorales antiguos
.
Presencia de: Viejos caminos [ ] Vías pecuarias [ ] Signos de pastoreo [ ] Abrigo, ruinas [ ] Muretes, bancales [ ]
Árboles adehesados [ ] Otros indicios:
Usos forestales antiguos
.
Presencia de: Resinación, signos de descorche [ ] Tocones con rebrotes >60 años [ ] Teleférico, cable, carbonera [ ]
Otros indicios:
Reciente
Usos forestales recientes
Presencia de: ningún tocón [ ] algunos tocones [ ] muchos tocones [ ] vías de saca recientes [ ]
Herbivoría y/o ramoneo
.
Presencia de: Sin signos o daños perceptibles [ ]
Dañosen la regeneración arbórea [ ] Cercos fijos o eléctricos [ ]
Frecuentación
.
Accesibilidad: Camino a
≥
100 m [ ]
Camino poco conocido [ ]
Camino conocido [ ]
Carretera a < 100 m [ ]
INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA17
Otras especies de flora acompañantes
Otros hábitats de interés comunitario
Otra información relevante
10 Diámetro normal (del árbol tomado a la altura del pecho, a 130 cm, en cm), de todos los árboles excepcionales del rodal, De. | El De, en centímetros, es tres veces su altura
dominante (Ho), en metros. La Ho se estimará de modo visual como la altura media que alcanza la especie en el dosel superior de copas del rodal.
11 Cantidad de árboles en pie muertos de tamaño medio/grande,que su diámetro normal (a 130 cm) es mayor de 17,5 cm, por hectárea (en función del tamaño del rodal). Se
consideran tanto los árboles muertos con todas sus ramas aún insertadas, como estacas sin ramas y/o sin el extremo de la copa, en cualquier estado de descomposición,
que aún se mantienen en pie.
12 Se anotará la cantidad de troncos o piezas de madera muerta en el suelo de tamaño medio/grande, que su diámetro a la mitad de
su longitud es mayor de 17,5 cm, por
hectárea. Se consideran tanto los árboles muertos caídos con todas sus ramas, como aquellos troncos desramados como trozos de estos o ramas, en cualquier estado de
descomposición. Hay que tener en cuenta de trasladar la cantidad encontrada a una densidad (troncos/ha) en función del tamaño del rodal.
13 Microhábitats: número de microhábitats detectados en pies vivos para cada tipo: cavidades de pícidos (de nidificación y alimentación); otras cavidades (en el tronco, agujeros
en ramas, dendrotelmas, galerías de insectos); daños y heridas (descortezamientos, roturas de copa, fendas, grietas y cicatrices); madera muerta (ramas grandes y parte de
la copa muertas); corteza (corteza levantada); formas de crecimiento (cavidades entre raíces, escobas, chupones y chancros); hongos
(cuerpos fructíferos de hongos y
mixomicetos); epífitas (musgos, hepáticas, líq ;nidos (de animales) y otros (resinas,salvia y microsuelos).
14 Presencia de cada uno de los tipos de huecos en el rodal si ocupan una superficie mínima de 100 m2.
15 Fracción de cabida cubierta (FCC, en %) de la situación media del rodal del regenerado de diámetro normal entre 2,5 y 7,5 cm de las especies arbóreas.
16 Evidencias de señales de huella humana antigua (de más de 60 años) y reciente (de menos de 60 años) de usos y aprovechamientos del bosque en base a la identificación
de elementos visibles que se encuentren en el rodal
17 Otra información que se crea relevante. | Flora acompañante más relevante por ser indicadores de la estación biológica, definir la formación vegetal, exóticas, protegidas, etc.
| Indicar otros HIC arbolados o no. También cualquiera otra información y que se crea relevante para la valoración de la madurez del rodal: fauna presente, posición orográfica,
información de la ficha con mapas, fotografías o documentos con información del rodal.
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Antonio Félix CARRILLO LOPEZ, Lola ALMAGRO PÉREZ, Trinitario FERRÁNDEZ VERDÚ
ANEXO 2
Nº 15 | DICIEMBRE 2021 | SABUCO | Artículo
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INVENTARIO DE BOSQUES SINGULARES Y MADUROS DE LA MANCOMUNIDAD DE MUNICIPIOS DE LAS
SIERRAS DEL SEGURA
Nº 15 | DICIEMBRE 2021 | SABUCO | Artículo
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Antonio Félix CARRILLO LOPEZ, Lola ALMAGRO PÉREZ, Trinitario FERRÁNDEZ VERDÚ
Nº
Especie considerada
Nº
Especie considerada
1.
Acer granatense Boiss.
23.
Populus alba L.
2.
Arbutus unedo L.
24.
Populus nigra L.
3.
Buxus sempervirens L.
25.
Populus x canescens (Aiton) Sm.
4.
Celtis australis L.
26.
Prunus mahaleb L.
5.
Corylus avellana L.
27.
Quercus faginea Lam.
6.
Crataegus laciniata Steven ex Besser
28.
Quercus rotudifolia Lam.
7.
Crataegus monogyna Jacq.
29.
Quercus pyrenaica Willd.
8.
Erica arborea L.
30.
Salix alba L.
9.
Fraxinus angustifolia Vahl
31.
Salix atrocinerea Brot.
10.
Fraxinus excelsior L.
32.
Salix eleagnos Scop.
11.
Juniperus oxycedrus L.
33.
Salix fragilis L..
12.
J. oxycedrus subsp. badia H. Gay
34.
Salix purpurea L.
13.
Juniperus phoenicea L.
35.
Sambucus nigra L.
14.
Juniperus thurifera L.
36.
Sorbus domestica L.
15.
Myrtus communis L.
37.
Sorbus torminalis (L.) Crantz
16.
Nerium oleander L.
38.
Tamarix africana Poir.
17.
Olea europea var. sylvestris (Mill.) Lehr
39.
Tamarix gallica L.*
18.
Pinus halepensis Mill.
40.
Taxus baccata L.
19.
Pinus nigra J.F.Arnold
41.
Ulmus glabra Huds.
20.
Pinus pinaster Aiton
42.
Ulmus minor Mill.
21.
Pistacia lentiscus L.
43.
Viburnum opulus L.
22.
Pistacia therebinthus Scop.
ANEXO 3
