Página 4
Juan Pacheco (II segundo marqués de Villena), fue el fundador del
linaje Pina con la creación de su vínculo y mayorazgo a su muerte
en 1501 (Arráez y Martínez, 2017: 278).4 Entre la gran cantidad de
propiedades que lo integraban destacan la torre y dehesa de Burja-
harón (actual Torre Grande), y el solar donde en 1575 su sucesor don
Alonso IV levantaría la espectacular casa palacio conocida como la
“Casa Grande”, hoy sede del Ayuntamiento de Almansa. Las cláusulas
del mayorazgo fundado por don Alonso de Pina I establecían que los
sucesivos herederos y propietarios habrían de ser siempre varones,
preferentemente por línea masculina. En caso de no haberlo, podría
heredar un varón descendiente por línea femenina (hijo de una mujer
del linaje). Se trataba por tanto de un mayorazgo de agnación arti-
qua non” para los sucesivos propietarios: debían llamarse como él,
ya fueran así bautizados o mudasen el nombre, y portar sus armas
heráldicas. Este requisito, común en la época, iba dirigido a evitar que
familiar entre los hermanos, y se garantizaba la perpetuación en el tiempo de las bases
económicas del linaje, cuyo valor podía además aumentar pues la institución permitía que
los sucesivos propietarios añadiesen bienes al vínculo familiar. La fundación de un mayo-
razgo solía comenzar con la vinculación de un solar o casa solariega, el centro neurálgico
del linaje y lugar de residencia del cabeza de familia de cada generación.
Según el orden sucesorio puede establecerse una tipología de mayorazgos: regulares
línea de primogenitura y el derecho de representación, siguiendo los criterios de la
línea (primogenitura), grado (mayor cercanía con el fundador), género (preferencia del
varón) y edad (prevalencia del mayor sobre menor), en este mismo orden. Entre los
mayorazgos irregulares destacaron los de agnación rigurosa o masculinidad pura, en
los que la sucesión era por la línea “de varón en varón”, estando excluidos las mujeres
y los hombres descendientes de mujeres, para así conservar la varonía de la línea. El
sucesión de los varones descendientes de mujeres. También encontramos los mayorazgos
de segundogenitura, en los que la línea de sucesión se establecía en el hijo segundo y no
en el primogénito como era común. Menos frecuentes fueron los de contraria agnación y
femineidad, en los que se llamaba a los descendientes de mujeres con exclusión de varones
y las mujeres descendientes de varones. Entre otros, deben nombrarse los electivos, en los
los mayorazgos es muy amplia. Pueden también consultarse, entre otros, (Bermejo, 1985),
(Mariluz, 1969) o (Soria, 2007).
La familia Pina descendía de Alvar Ximénez de Pina, caballero aragonés llegado a
Almansa en 1372 junto a don Alfonso de Aragón, primer marqués de Villena. Su relación
con el señor y su hidalguía permitieron a Alvar ocupar un lugar preeminente en la sociedad
almanseña desde su misma llegada. Para una aproximación a la villa de Almansa en la Baja
Edad Media, ver (Pretel, 1981) y (López, 2011).
AL-BASIT 69 • PÁGS. 1-44 • INSTITUTO DE ESTUDIOS ALBACETENSES «DON JUAN MANUEL» • ALBACETE