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Emilia Ochando Madrigal
GARCÍA LORCA POR TIERRAS ALBACETEÑAS
GARCÍA LORCA POR TIERRAS ALBACETEÑAS
GARCÍA LORCA IN THE LANDS OF ALBACETE

Instituto de Semiótica Literaria y Teatral de la UNED
Instituto de Estudios Albacetenses
lenguavirtual@gmail.com
Como citar este artículo: Ochando Madrigal, E. (2024). García Lorca por tierras
albaceteñas. Al-Basit (69), http://doi.org/10.37927/al-basit.69_8
Recibido / Received: 15/9/2024
Aceptado / Accepted: 14/10/ 2024
En el verano de 1933
la compañía teatral La Barraca, di-
rigida por García Lorca y Ugarte,
realizó una gira por diversos luga-

mes de julio llegaron a la provincia
de Albacete, realizando varias fun-
ciones, tanto en la capital como en
algunos pueblos. En este artículo
vamos a relatar esa visita, junto
con las impresiones de sus prota-
gonistas.
PALABRAS CLAVE: Albacete,
García Lorca, La Barraca, teatro
universitario, Eduardo Ugarte,
teatro clásico, teatro popular, es-
   
manchegas
ABSTRACT: In the summer of
1933, the theater company La
Barraca, directed by García Lorca
and Ugarte, embarked on a tour
through various regions of Spain.
In July, they arrived in the prov-
ince of Albacete, performing sev-
eral shows both in the capital and
in some of the surrounding towns.
This article will recount that visit,
along with the impressions of its
protagonists.
KEY WORDS: Albacete, García
Lorca, La Barraca, university
theater, classical theater, popular

La Mancha lands
En el verano de 1933 el poeta y dramaturgo Federico García
Lorca visitó Albacete y parte de su provincia. El motivo fue la gira
que el grupo teatral La Barraca, del que era director por aquel en-
tonces, realizó por diversos lugares de La Mancha. Pero retroceda-
mos en el tiempo.
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A comienzos de 1932, instaurada ya la II República españo-
la, unos cuantos universitarios madrileños, agrupados en la Unión
Federal de Estudiantes Hispanos, concibe un proyecto cultural en el

en Madrid, proyectado por alumnos y profesores de la Escuela de
Arquitectura, pero que no llegó a construirse. Se presentó ante el
Gobierno la petición de una subvención, que fue concedida, aunque
en menor cuantía de la esperada, por el ministro de Instrucción Pú-
blica, a la sazón don Fernando de los Ríos. En el mes de marzo del

“La Barraca, llamado así –probablemente- por asociación de ideas
con las barracas en las que se realizaban espectáculos populares
en muchos lugares de España. Son nombrados directores del gru-
po Federico García Lorca y Eduardo Ugarte, ambos dramaturgos de

Barraca formaba parte del proyecto de Misiones Pedagógicas im-
pulsado por Fernando de los Ríos junto con el Teatro del Pueblo

-
rácter multifacético: escenógrafo, escritor, director de teatro y de
cine, nacido el 22 de octubre de 1900 en Fuenterrabía (Guipúzcoa)
y muerto en el exilio en México el 30 de diciembre de 1955.
Tras la proclamación de la Segunda República y designa-
ción de Fernando de los Ríos como ministro de Instrucción Pública,
Ugarte aceptó la invitación de García Lorca para colaborar en la di-
rección artística de “La Barraca”, una compañía de teatro formada
por estudiantes, que durante cuatro años recorrió los pueblos más
apartados de España representando obras de los grandes clásicos

en solitario la dirección de “La Barraca” durante las escasas ausen-
cias de Lorca. En julio de 1932, a bordo de una furgoneta bautizada
como “La bella Aurelia”, partió la compañía a su primera gira por
tierras de Soria. El equipo estaba formado por unos veinticinco ac-
tores, además de técnicos, músicos e -incluso- señoras de compa-
ñía1. A este primer viaje siguieron otros, durante los cuatro veranos
 Para conocer la nómina completa del grupo vid. Sáenz, 1976, 227-229.
AL-BASIT 69
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Emilia Ochando Madrigal
GARCÍA LORCA POR TIERRAS ALBACETEÑAS
siguientes, por más de cincuenta ciudades y pueblos de la geogra-

Madrid hasta que la guerra civil truncó el sueño de los jóvenes uni-
versitarios, siendo su última actuación en Barcelona el 14 de junio
de 1936.
Para efectuar las representaciones, se construyó una plata-
forma desmontable de metro y medio de altura; una cortina negra
servía de fondo, y otros cortinajes a ambos lados eran utilizados
para la entrada y salida de los actores. Los decorados eran muy sim-
ples, pero todos ellos fueron diseñados, dibujados y coloreados por
escenógrafos y pintores amigos de García Lorca, que entonces eran
desconocidos pero que, con el tiempo, llegarían a ser famosos. Tal es
el caso del pintor albaceteño Benjamín Palencia, que hizo el decora-
do para La vida es sueño
transportado en furgonetas, en las que también viajaba el personal
técnico y los actores.
Federico era el alma del grupo. Formó parte de él en todos
-

Argentina. Su personalidad eclipsó al otro director de la compañía,
Eduardo Ugarte. El poeta granadino revisaba todo lo referente a los
textos dramáticos y puesta en escena. Él mismo declaró en 1935, en
entrevista realizada por Silvio D´Amico en Turín: “Yo escojo, adapto,
dirijo la escena y la interpretación, compongo la música y las dan-
zas… Actuamos al aire libre; y cuando digo aire libre quiero decir
que nuestro teatro no está cerrado, ni por arriba ni alrededor; no
hay recinto ni entradas. Todos están invitados, todos pueden asis-
tir” (Soria, 1989, 203). También realizaba personalmente una pe-
queña introducción de cada obra, que leía ante el público para que
éste entendiera perfectamente lo que iba a ver a continuación. In-
cluso antes de formarse el grupo, ya se ocupó de la selección de los
actores y del equipo técnico, así como del repertorio de obras que
iban a ser puestas en escena. A este respecto, la intención de to-
dos los que formaban la compañía era clara: había que representar
obras del teatro clásico español, para demostrar que éste era un tea-
-
ción de que los clásicos no son arqueológicos, representamos obras

gina 4
auto sacramental de La vida es sueño y Fuenteovejuna de Lope… He-
mos comprobado así que los clásicos son tan actuales y vivos como
Arniches” (Soria, 1989, 109). El grupo representó un total de trece
obras diferentes, pertenecientes todas ellas al teatro clásico espa-
ñol, excepto una –La tierra de Alvargonzález- que Lorca había con-
vertido en texto dramático, partiendo del poema de Antonio Macha-

con todo detalle los distintos aspectos que se relacionaban con el
grupo (Azcoaga, 1975, 56-69).
El público que acudía a presenciar los espectáculos pertene-
cía a cualquier estamento social, aunque prioritariamente estaba
compuesto por campesinos, obreros y gente del pueblo. El espíritu
de La Barraca fue el de un teatro en libertad.
El paso de la compañía por tierras albaceteñas tuvo lugar en
-
rario comenzó en Valencia, donde representaron en el Teatro Prin-

La Mancha actuaron en Almansa, Albacete, Alcaraz, Villanueva de
los Infantes, Valdepeñas y Madridejos, concluyendo la gira de ese
verano en Tembleque. Uno de los actores del grupo, Luis Sáenz de
-

“Después de Almansa fuimos a Albacete; allí, seguramente
representamos en teatro; representar en teatro siempre constituía
un descanso, ya que no había que desmontar el tablado. Pusimos
en escena Fuenteovejuna y un Entremés, no recuerdo cuál. En
Alcaraz, más adelante, la tierra es roja color siena tostada claro
mezclado con blanco; es tierra seca que, a trechos, parece de
ceniza; el ocre alterna con el gris y con el rojo, todo ello a manchas
tremendamente secas. Ortega, sin duda, hacía literatura cuando

arada, con algún olivo y retamas esparcidas. Y todos los de La
Barraca reconocimos en el paisaje roído, erosionado, de amplios
círculos rotos, tristes, con tierras blancas, ocres y rojas, el paisaje
desolado, estremecedor, de la pintura de Alberto, de la que había
ideado para Fuenteovejuna.
AL-BASIT 69
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GARCÍA LORCA POR TIERRAS ALBACETEÑAS




Fuente: web Universo Lorca.
Efectivamente, La Barraca llega a Almansa el día 3 de julio de

La crítica local se hace eco del evento, que supuso un acontecimiento
para la tranquila población albaceteña. Reproducimos íntegramente

realidad y de la “cotidianeidad” del grupo teatral:
         
Universitario “La Barraca, formada por estudiantes de la F.U.E.
Estos jóvenes, amantes de nuestro teatro clásico, se han propuesto
dar a conocer las obras cumbre de Lope de Vega, Tirso de Molina,

Desde el momento en que se conoció la noticia de su llegada,
el público se congregó en la puerta del Gran Hotel, donde se
hospedaron, rodeando y viendo con curiosidad los “autocars”
[sic.] y camión donde llevan su teatro ambulante y, a la vez, para
informarse.
gina 6
El señor alcalde y demás autoridades se pusieron a su disposición,
dando toda clase de facilidades para la instalación del teatro. A las
cuatro se dirigieron nuestros estudiantes a la plaza María Pineda
a levantar el escenario, y era de admirar la destreza y rapidez

propio para la obra a representar.
A las diez era la hora de la función, pero con mucha anterioridad
el público ya ocupó todos los asientos que al efecto se instalaron,
y además invadió el resto de la plaza y calles adyacentes. Nuestras
autoridades también honraron el acto con su presencia.
Se puso en escena La cueva de SalamancaLa guarda
cuidadosa.
A pesar de que la persistente llovizna no cesó de caer durante la
representación, esta no cesó, prueba inequívoca del entusiasmo
que este grupo de jóvenes estudiantes tiene por su noble empresa
de propagar la cultura por España y, por otro lado, el público
demostró su respeto, admiración y simpatía por este grupo
artístico al no dar muestras de cansancio a las dos horas que duró
la representación, a pesar de estar muchas horas de pie y de lo
desapacible del tiempo.
Todas las obras fueron representadas con gran acierto teatral y
presentadas con todo detalle.
La admirable modestia de los treinta jóvenes de ambos sexos que
componen la compañía nos obliga a omitir sus nombres, pues es
costumbre que sean siempre anónimos. Sólo nos han permitido
que demos a conocer a los directores artísticos: Federico García
Lorca y Eduardo Ugarte.
Fueron muy justos los nutridos aplausos con que el público
premió la labor que desinteresadamente hacen estos jóvenes
enamorados de nuestros príncipes de las letras, y estimamos muy
merecido que el gobierno haya prestado interés a esta empresa,
subvencionándola. Nuestra felicitación sincera a estos cruzados
de la cultura patria” (Defensor de Albacete, 1933, 1)
AL-BASIT 69
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Emilia Ochando Madrigal
GARCÍA LORCA POR TIERRAS ALBACETEÑAS

Fuente: web Universo Lorca
Al día siguiente llegaron a Albacete, adelantándose un día a
la fecha prevista, pues la función que debía celebrarse en La Roda
se suspendió a causa del mal tiempo. Esto obligó también a que la
representación se realizara bajo cubierto, en el coliseo más impor-

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con decorados del pintor Alberto, como se ha mencionado anterior-
mente” (Ochando, 2000, 145-151).
Por estas fechas, García Lorca era un dramaturgo conocido
y admirado en la capital manchega, pues su drama Mariana Pineda
había obtenido un éxito apoteósico entre el numeroso y culto pú-

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Xirgu, gran amiga del poeta. Pero en esta ocasión era el pueblo lla-
no quien acudía a la representación de La Barraca. Federico, como
siempre, inició la función leyendo unas cuartillas para explicar el
asunto de la obra, la vida de quien la escribió y algunas otras cues-
-
to con una breve reseña:

integrada por valiosos elementos del teatro universitario. Suspendi-
gina 8
da la función que para anoche estaba anunciada en La Roda, los ele-
mentos universitarios, accediendo a sugerencias que se le hicieron,

y no en la plaza pública, según es su costumbre. Dirige este elenco
artístico Federico García Lorca, inspirado poeta y aplaudido autor
dramático” (Defensor de Albacete, 1933, 1)
-
rico conversó con el periodista y escritor albaceteño José S. Serna.
Hablaron de teatro, de poesía, de música… El periodista tituló su
entrevista “Charla amable con García Lorca” y sería publicada en El
Heraldo de Madrid
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Autor: Luis Escobar
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Fuente: Fundación García Lorca
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rraca. La calle Mayor ha traído nuestros pasos a la plaza del pueble-
cito manchego a que el alegre Azar nos llevó, y los dos nos sentimos
AL-BASIT 69
gina 9
Emilia Ochando Madrigal
GARCÍA LORCA POR TIERRAS ALBACETEÑAS
náufragos en las aguas quietas y hondas del silencio. Las torres fa-
mosas de Alcaraz recórtanse en el cielo, y el ojo ensangrentado, iró-
nico, del reloj, desde lo alto de una de ellas –la que con maravillosa
gracia se alza semejante a un cuerpo joven de mujer- , se burla de
la luna, que viste de blanco los carros de la farsa con una perfección
teatral. Sueñan entre las sombras las piedras doradas de los siglos,
estremecidas todavía por los aplausos con que un pueblo ejemplar

nombre, clavado en el pecho fuerte de la Mancha, Federico quiere
acordarse siempre… “(Soria, 1989, 73).
Después de su actuación en Alcaraz, marcharon hacia la pro-

la provincia de Toledo. En los años siguientes continuaron su gira

civil truncó el sueño de los jóvenes universitarios, que realizaron su
última actuación en Barcelona el 14 de junio de 1936.

“La Barraca” de Federico García Lorca, Gredos,
Madrid.

El teatro en España. Entre
la tradición y la vanguardia
        La Barraca de
García Lorca: entre el teatro y la utopía. Ediciones del Orto,
Madrid.
El teatro en Albacete durante la
Edad de Plata, Instituto de Estudios Albacetenses (IEA),
Albacete.
“La Barraca”. Teatro Universitario.
Biblioteca de la Revista de Occidente, Madrid.
          
Heraldo de Madrid, 11-7-33.
SORIA OLMEDO, A. (1989). Treinta entrevistas a Federico García
Lorca. Aguilar, Madrid.